El crimen perpetrado por la joven entrerriana Nahir Galarza, ocurrido en 2017, guarda similitud con el que habría consumado Lourdes Nair Trenkner sobre Martín Espíndola, del que se cumplen dos años esta semana. Ambas habían sido parejas de sus víctimas, las dos eran muy jóvenes y tienen en común el intento de incriminar a otro.
De la redacción de EL NORTE
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Ambos hechos guardan llamativas similitudes, además del nombre, la principal coincidencia es la escasa edad de las acusadas, que se trate de mujeres (la comisión de asesinatos por parte del género femenino es conforme a las estadísticas, sensiblemente menor que el perpetrado por hombres), que en los dos casos las víctimas habían sido parejas de las victimarias y que tanto una como otra trataron de incriminar por el hecho a alguien de su entorno.
Nahir Galarza, una joven entrerriana de 19 años, fue acusada por el asesinato de su novio, Fernando Pastorizzo, ocurrido en diciembre de 2017 en Gualeguaychú donde ambos residían. El caso tuvo mucha repercusión tanto en los medios nacionales como en los internacionales. Galarza fue condenada a prisión perpetua por homicidio, agravado por la circunstancia de haber mantenido una relación de pareja estable. Se constituyó así en la mujer más joven que ha sido condenada a prisión perpetua en Argentina. Al ocurrir el hecho, Nahir cursaba el primer año de Derecho en la Universidad de Concepción del Uruguay.
Su novio, Fernando Pastorizzo, recibió dos disparos de arma de fuego. El cuerpo fue encontrado en el suelo, al lado de su motocicleta, sin advertirse señales que indicaran que se trataba de un robo. Poco antes de ser asesinado estaba llevando a Galarza, quien después recorrió a pie unas 20 cuadras hasta su casa. En horas de la mañana del día siguiente reconoció la autoría del hecho a sus padres primero y ante las autoridades después. Dijo que le había disparado con el arma reglamentaria de su padre, una pistola 9 mm, que había llevado con ella y que después restituyera al lugar donde la había tomado sin que su padre advirtiera ninguna de las dos acciones, y que primero le disparó en la espalda y después en el pecho.
Nahir Galarza fue condenada en primera instancia a prisión perpetua y deberá cumplir en forma efectiva por lo menos 35 años de prisión. Es la mujer más joven al momento de recibir una sentencia de prisión perpetua en Argentina (tenía 19 años, 7 meses y 21 días).
La otra Nair
El 15 de junio de 2020, Martín Espíndola, de 22 años, fue asesinado cuando visitaba a su hija de ocho meses en barrio 12 de Marzo. Esa tarde, Lourdes Nair Trenkner, de 20 años, y quien era en ese momento su nueva pareja discutieron con la víctima y se trenzaron en lucha. En medio de la pelea Martín recibió un puntazo en la zona intercostal y apareció tirado en una zanja. La discusión, que había comenzado en el interior de la casa, terminó en la calle a la vista de todos.
Martín fue trasladado al Hospital San Felipe. Había perdido mucha sangre en el camino, tenía perforado el intestino, pero también presentaba un corte superficial en el pómulo. Murió poco después producto de las lesiones.
Como primera medida, la Justicia ordenó la detención de la pareja de Lourdes. El joven, Nazareno Biscaro, fue imputado por el delito de “homicidio simple”, pero en la indagatoria aseguró que era inocente. Aceptó que había participado de la pelea, pero aseguró que no apuñaló a Martín e incriminó directamente a Lourdes.
Los primeros testimonios sindicaban a Biscaro como autor material del homicidio. Si bien había existido una pelea previa entre él y Espíndola, la que le acertó la puñalada habría sido Lourdes Nair Trenkner, su expareja y conforme a la hipótesis fiscal lo habría hecho cuando la situación ya estaba relativamente calmada, que no habría sucedido en el fragor de la pelea. La víctima fue hasta la casa de su expareja con la intención de ver a su hija y habría ingresado a la vivienda con el consentimiento de Lourdes, pero cuando vio al actual novio de la joven reaccionó de manera violenta.
Una testigo había acusado a Biscaro, había dicho que el novio de Lourdes lo hirió mortalmente con un pedazo de botella. Sin embargo, los forenses entendieron que la herida mortal no había sido provocada por un vidrio, sino por un cuchillo. De acuerdo con las fuentes, la joven testigo terminó por confesar que mintió en su declaración por temor a sufrir una represalia por parte del papá de Lourdes, que tendría antecedentes por robo.
“Los testigos la vieron a ella con un cuchillo y algunos también la vieron dando la puñalada. Si bien hubo una pelea previa entre Biscaro y la víctima, la que lo termina matando fue la expareja”, había señalado en ese momento la fiscal del caso Verónica Marcantonio.
Finalmente, tres meses después del hecho Lourdes Nair Trenkner (20) fue detenida y se encuentra actualmente en prisión esperando la realización del juicio oral.
Inculpar a otro
Ambas mujeres en procura de mejorar su situación intentaron culpar a otro. En el caso de Nahir Galarza, en diciembre de 2021, la causa dio un giro inesperado. Nahir aseguró, llorando y a solas con su abogada, que no era una asesina. Que a Fernando lo mató su padre, lo que originó una nueva presentación judicial. La Justicia lo desestimó aduciendo que la responsabilidad de la joven estaba debidamente probada y la rechazó in limine. Respecto de Lourdes Nair, ella también intentó desviar la investigación ya que en un primer momento la pesquisa había apuntado contra su novio que había enfrentado a Martín cuando se presentó en la casa de la calle Lisandro de La Torre al 100. Trekner había guardado silencio permitiendo que la imputación por la muerte siguiera en cabeza de quien era su novio.
