34.6 C
San Nicolás de los Arroyos
jueves, diciembre 5, 2024
Edición Diaria
Edición N°

El CEO de Amazon niega que la obligación de asistir a las oficinas sea un “despido encubierto”

El plan que obliga a los trabajadores a acudir a las oficinas de Amazon todos los días a partir del año que viene, frente a los tres días actuales, ha causado consternación entre los empleados, que afirman que es más estricto que el de otras empresas tecnológicas y que dificultará la eficiencia debido a los tiempos de desplazamiento.

El CEO de Amazon niega que la obligación de asistir a las oficinas sea un "despido encubierto"

El presidente ejecutivo de Amazon, Andy Jassy, declaró hoy en una reunión de todos los empleados que el plan de obligarlos a estar en la oficina cinco días a la semana no pretende forzar el despido ni satisfacer a las autoridades municipales, como han sugerido muchos empleados.

El controvertido plan que obliga a los trabajadores a acudir a las oficinas de Amazon todos los días a partir del año que viene, frente a los tres días actuales, ha causado consternación entre los empleados, que afirman que es más estricto que el de otras empresas tecnológicas y que dificultará la eficiencia debido a los tiempos de desplazamiento.

A los trabajadores que incumplen sistemáticamente la norma se les ha dicho que “renunciarán voluntariamente” y que se les bloqueará el acceso a los ordenadores de la empresa.

“Varias personas que he visto han teorizado que la razón por la que estamos haciendo esto es que se trata de un despido encubierto, o que hemos hecho algún tipo de trato con la ciudad o ciudades”, dijo Jassy, según una transcripción de la reunión revisada por Reuters.

“Puedo decirles que ambas cosas no son ciertas. Para nosotros no se trata de un juego de costos. Se trata en gran medida de nuestra cultura y de reforzarla”, añadió.

El mes pasado, Matt Garman, presidente ejecutivo de la unidad de computación en nube Amazon Web Services, sugirió que los trabajadores que no quisieran cumplir el requisito de trabajar en la oficina podían marcharse a otra empresa y afirmó que nueve de cada diez empleados con los que había hablado apoyaban el cambio.

Esto provocó una carta firmada por más de 500 empleados de Amazon en la que imploraban a Garman que revisara la política, señalando que la empresa había funcionado bien de forma totalmente remota y que la nueva norma afectaría más a los empleados con familia o con problemas médicos que a otros.