De este total, unos US$840 millones los sacrificó en lo que va de agosto.
El Banco Central (BCRA) debió aportar hoy otros US$64 millones de sus raquíticas reservas propias para que se pudieran atender en el mercado cambiario oficial los pedidos de compra que habían superado los filtros oficiales.
La cifra, que representa el 31% de los US$208,7 millones operados en la jornada, si bien supone la menor venta en lo que va del presente mes, eleva el “rojo” del saldo de intervenciones hasta los US$840 millones.
Además supone el décimo saldo de intervenciones negativo consecutivo para la entidad que conduce Miguel Pesce que, en ese lapso, perdió por esta vía algo más de US$1220 millones, monto que implica la peor racha en lo que va de la gestión Alberto Fernández.
Si se considera desde comienzos de julio -incluso- ese saldo negativo ya supera los US$2120 millones.
En especial, porque ya hace dos semanas que se instrumentó del denominado “dólar soja” y cuatro ruedas que entraron en vigencias las medidas para alentar el adelanto de liquidaciones de todos los exportadores en general y hasta el ingreso de los dólares que pudieran captar de sus matrices o bancos del exterior para financiar sus ventas.
Precisamente en un intento por calmar el deterioro de expectativas que va en paralelo con el permanente declive que muestran las reservas, el titular del BCRA, Miguel Pesce, sostuvo hoy en una entrevista radial que esa entidad ya se manejó bajo su mandado “con niveles de reservas más bajos” que los que ostenta ahora y, aún así, se pudo “afrontar la situación”.
Desde el ente monetario volvieron a vincular el saldo negativo de las intervenciones en la jornada con el esmeril que le provocan a las reservas los pagos por importaciones de energía, como si esos monumentales pagos no fueran responsabilidad de la impericia con que se manejó el Gobierno al respecto, dado que hizo necesario traer del exterior (y a costo alto) recursos que sobran en el país pero no han podido explotarse. Además, se alentó incluso su consumo con un esquema de precios interno bajos.
Al respecto, apuntaron hoy que se destinaron otros US$100 millones para atender ese tipo de compromiso por lo que, en lo que va de agosto, los pagos de importación de energía y combustible ya estarían superando los US$600 millones.
Cierres del día
En la entrevista, Pesce dijo esperar que las importaciones de energía de agosto “queden por debajo de los US$1800 millones” tras haber alcanzado un pico mayor a los US$2400 millones el mes pasado.
De ser así, quedarían por delante compromisos por más de US$1100 millones, lo que complicará que se cumpla su pronóstico sobre el curso que deberían tomar las reservas en lo que resta del mes. “Cerrarán en una situación de empate o de recuperación parcial”, sostuvo por lo que la cuesta a repechar se está volviendo empinada.
La última vez que el BCRA transformó un saldo de intervenciones muy negativo en uno positivo fue en la última semana de junio, cuando prácticamente cerró el mercado a los importadores para recomprar US$1531 millones en apenas cuatro ruedas, y así cumplir con la meta de acumulación que pedía para el fin del trimestre el acuerdo con el FMI. De esa forma, pasó al olvido los US$580 millones que llevaba vendidos en ese mes hasta entonces.