El acusado de matar del kiosquero fue detenido momentos después del hecho e imputado por el homicidio. El joven de 29 años, con antecedentes, se abstuvo de declarar pero frente al fiscal lloró y pidió que no lo condenen a prisión perpetua.
El acusado de asesinar al kiosquero Roberto Sabo de seis disparos este domingo durante un asalto en la localidad bonaerense de Ramon Mejía lloró frente al fiscal y rogó que no pidan prisión perpetua. El joven no quiso declarar y seguirá detenido a la espera de las pericias.
Leandro Daniel Suárez (29) fue detenido momentos después del crimen del kiosquero, tras robar una moto e intentar huir con su supuesta cómplice, una chica de 15 años.
Suárez cuenta con antecedentes policiales. En el 2020 había cumplido una condena por robo agravado y hurto, por lo que ahora su situación se agrava.
El fiscal de la causa, Federico Medone, lo imputó por el delito de homicidio agravado, causa y por robo calificado en dos hechos -por los vehículos sustraídos para escapar de la escena del crimen-, portación ilegal de arma de fuego y de arma de guerra.
Si bien Suárez no quiso brindar detalles de lo ocurrido, y prefirió abstenerse a declarar, una vez que se sentó frente al fiscal lloró y rogó que no pidan prisión perpetua.
Por su parte, la adolescente de 15 años aprehendida ayer junto a Suárez quedó a disposición del fiscal Pablo Insúa, del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil del mismo Departamento Judicial.
A pedido del fiscal, el juez de garantías del Joven, Gustavo Indovino, dispuso que la chica quede alojada en el Instituto Centro de Admisión y Derivación de Jóvenes de San Martín como medida de seguridad ya que, por su edad, es inimputable y se le aplica un encierro preventivo por cuestiones de peligrosidad.
El crimen
Sabo fue asesinado ayer por la tarde, durante un asalto en su comercio situado en Avenida de Mayo y Alvarado, en la zona comercial de Ramos Mejía, partido de La Matanza, en el sudoeste del conurbano.
Un testigo alertó a la Policía cuando el asesino salió del local y se fugó con su cómplice en un Ford Focus negro que le robaron a un remisero que los había llevado hasta el lugar.
En medio de la huida, los dos delincuentes chocaron contra un árbol, tras lo cual ingresaron a un supermercado con la intención de simular unas compras y cambiarse la vestimenta para no ser reconocidos.
Luego, ambos huyeron en una moto robada a un repartidor, aunque fueron detenidos por efectivos de la comisaría 2da. de Ramos Mejía en Avenida de Mayo y Rivadavia.