Los datos del Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires marcan los hechos de violencia experimentados durante el ejercicio de su profesión.
Esta alarmante cifra refleja una realidad preocupante que, si bien ha existido por años, comenzó a ser más visible en los últimos tiempos.
Así se desprende de una reciente encuesta anónima realizada por el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires (CVPBA), con la participación de aproximadamente 1.000 veterinarios matriculados, el 76,5% de los encuestados informó haber sido víctima de algún tipo de violencia laboral.
En su mayoría, estos casos provienen de factores externos, como clientes o tutores de los animales de compañía. “Este dato refleja una tendencia preocupante, ya que muestra que la violencia no solo proviene de situaciones ajenas al ejercicio profesional, sino que también se genera por la interacción con quienes se supone deben ser los principales aliados de los veterinarios: los tutores de los animales”, indicó el Colegio.
La encuesta además revela que la violencia no discrimina en función de la experiencia del profesional. El 33% de los casos de violencia se presentan en veterinarios con entre 5 y 15 años de ejercicio profesional, mientras que un 30% corresponde a aquellos con más de 25 años de trayectoria. “Esto demuestra que, independientemente del tiempo o la experiencia que tenga un veterinario, la violencia por parte de los tutores de los animales pareciera ser parte de una sociedad de por sí violenta”, se informó.
Los tipos de agravios sufridos por los veterinarios varían en intensidad, y la encuesta refleja los siguientes porcentajes en orden creciente: violencia verbal, violencia física, violencia tecnológica (escraches en redes sociales y en la vía pública), robos, y, finalmente, la discriminación y desvalorización profesional.
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