Durante toda la semana, la variación del dólar llevó a muchos comerciantes a tener que remarcar sus precios constantemente. Otros, directamente, prefieren no vender ciertos productos ante la duda de no saber si podrán reponerlos.
Guillermo Puliti
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La variación que tuvo el dólar durante la corriente semana trajo un sinfín de problemas para los comercios locales. En ese sentido, es harto conocida la modalidad de remarcar precios, aunque eso genere problemas para el propio vendedor. “Si remarco precios, no vendo; pero si no lo hago, pierdo. No se puede vivir así”, manifestó un comerciante local a EL NORTE.
Otro de los problemas es la incertidumbre para reponer los productos que requieren importación o que están sujetos a aumentos inevitables. Por ejemplo, un ferretero contaba a este diario que “si vos me querés comprar cinco escaleras de aluminio, no te las vendo. En primer lugar porque el stock que envían los proveedores son limitados, en segundo, porque no sé a qué precio la voy a conseguir”.
El panorama es incierto y la preocupación es alta. Sin embargo, al menos en el primer semestre del año, la actividad comercial generó un repunte. No es algo difícil luego de una pandemia y restricciones infinitas. En tal sentido, EL NORTE dialogó con José Luis Zanini, presidente de la Federación de Comercio.
“Eso queda a disposición de cada comerciante. Es una conducta racional de autodefensa porque la persona busca cuidar su patrimonio y capital de trabajo en viro de que está vendiendo un producto que después no puede llegar a reponerlo”, afirmó Zanini sobre la remarcación de precios.
De inmediato, agregó: “Pero eso provoca una situación irracional a la vez. Hay una incómoda comodidad o una cómoda incomodidad porque generalmente las personas trabajan para satisfacer al cliente y obtener una rentabilidad; sin embargo, en este caso están en duda las dos cosas, porque el cliente no tiene un precio fijo. Es una situación realmente abrumadora la que se vive”.
Crecimiento comercial
Un dato no menor es el crecimiento, mínimo, que tuvo la actividad comercial en el primer semestre del año. No obstante, el temor radica en los próximos meses. Nobleza obliga, si se recorre el centro nicoleño, se puede ver una gran cantidad de comercios abiertos, muy pocos cerrados y otros tanto en liquidación por cierre.
“El escenario político hace que se sobrevalúe la caída de la actividad. En el primer semestre, excepto julio que no tenemos datos, el ritmo de crecimiento era aceptable. Pero la falta de señales claras de la política hace exacerbar la situación económica, ya que no hay un horizonte”, explicó el presidente de la Federación de Comercio local.
En igual sentido, añadió que “la actividad industrial creció realmente bien en el primer semestre, no en la misma medida también creció la actividad comercial, de la pequeña y mediana empresa. Julio está complicado”.
En cuanto a la apertura y cierre constante de los comercios, José Luis Zanini aseveró que “después de la salida de la pandemia, tomar mediciones no es tan sencillo. Antes de la llegada del COVID-19 había una forma de medir, pero el virus trajo sus cosas y ahora es difícil de mensurar”.
En misma sintonía, Baltasar Schubert acotó que “el comercio minorista hoy tiene otra fisonomía que no tenía antes de la pandemia. De alguna manera ha cambiado la dinámica del consumidor y creció, tal vez no de la manera que se esperaba, la venta online. Ahí está el desafío de profesionalizar más el comercio minorista”.
Las empresas
Al margen de lo que está sucediendo hoy con las empresas, muchos se vieron involucrados en la contratación de nuevo personal. Esto claramente simboliza ese crecimiento del primer semestre, pero sin saber qué podría pasar en los próximos días.
“La última reunión con las diferentes empresas dejó sobre la mesa lo que te venía marcando anteriormente. Vienen en el crecimiento y hasta estaban buscando reclutar personal. Sin embargo, en estas circunstancias de que nos está faltando un plan económico y que, de alguna manera, ese plan debe dirimir algunas dudas, creo que las herramientas necesarias para buscar certezas en el horizonte son conocidas. Hay muchos países que han salido de situaciones inflacionarias como ésta dando vuelta el timón”, expresó Zanini.
“Las herramientas están, ahora falta que la política decida con qué gradualidad se aplicarán y cómo será para poder controlar esto que, sin duda, es un escollo para el crecimiento. Seguramente si esto no se corrige, en el segundo semestre la actividad se podría resentir”, finalizó el presidente de la Federación de Comercio.