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martes, diciembre 31, 2024
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Ecuador cierra 2024 con una crisis multidimensional

Ese país sudamericano se halla a las puertas de elegir nuevo Gobierno.

Ecuador se apresta a cerrar 2024 con una crisis multidimensional y una recesión económica que impactó en el mercado laboral a las puertas de elegir un nuevo Gobierno en las elecciones generales convocadas para el 9 de febrero de 2025.

Los ecuatorianos volverán a las urnas en menos de dos años tras las elecciones extraordinarias de 2023 en las que ganó el mandatario Daniel Noboa, quien buscará la reelección en los comicios venideros para gobernar un periodo completo (2025-2029).

Noboa, un empresario de 37 años, fue electo para gobernar 18 meses, tras la salida anticipada del poder de su predecesor Guillermo Lasso (2021-2023). A lo largo del año, Noboa implementó diversas políticas y reformas con el fin de mejorar las condiciones económicas y sociales del país, mientras gestionaba la peor emergencia eléctrica atribuida a una extrema sequía, que se agravó en septiembre pasado con apagones de hasta 14 horas diarias.

Ecuador, antes considerado como un remanso de paz, afronta este 2024 el recrudecimiento de la violencia, lo que llevó a Noboa a declarar en enero pasado un “conflicto armado interno” para neutralizar a 22 grupos criminales catalogados como “terroristas”.

La espiral de violencia fue la prueba más extrema hasta ahora para Noboa, cuya gestión ha estado marcada por su mano dura en la lucha contra el crimen.

En 2023, Ecuador fue catalogado como el país más violento de América Latina, con una tasa de homicidios de 47 por cada 100.000 habitantes; sin embargo, a noviembre pasado, las muertes violentas se redujeron en un 17,3 por ciento frente al mismo periodo de 2023, según el Gobierno.

Para el analista político y académico del Departamento de Estudios Políticos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Fernando Carrión, el panorama es complejo entrando a un año electoral que definirá el rumbo del país. “El rumbo que tomará el país va a ser difícil. Independientemente de quien gane las elecciones va a tener que gobernar con la crisis económica, con la crisis de seguridad, el bloqueo político, no va a ser fácil (…) va a tener que enfrentar una realidad de ese tipo”, dijo Carrión a Xinhua.

En los comicios venideros participarán 16 candidatos, lo que significará la elección con más postulantes a la Presidencia de Ecuador en los últimos años, pero la mayoría tiene menos del 1 por ciento de la intención del voto, según varios sondeos. Esto, a criterio de Carrión, refleja una fuerte polarización política en el país, lo que hace prever que la elección se definirá entre los dos candidatos que, según encuestas, aparecen como favoritos.

“El escenario que se va prefigurando es una polarización muy fuerte en términos electorales. Hay dos opciones y la lógica es que se termina votando por el menos malo o en contra del otro, eso es lo que va a ocurrir”, indicó el entrevistado.

Consideró además que habrá un crecimiento de votos nulos y blancos en un contexto de incertidumbre sobre el futuro del país. Un sondeo de intención de voto de la firma Comunicaliza difundido en noviembre pasado, reveló que, antes de la primera vuelta de las elecciones de 2025, Noboa se encuentra codo con codo con la candidata Luisa González, del Movimiento Revolución Ciudadana, que lidera el expresidente Rafael Correa (2007-2017).

El sondeo ubicó a Noboa en primer lugar de la preferencia con
un 27,5 por ciento, mientras que González cuenta con un 26,7 por ciento. Noboa ya venció a González, en las elecciones anticipadas del pasado año. Carrión añadió que en el debate electoral todavía está presente una polarización en torno al “correísmo y anticorreísmo”, una especie de división que ha generado una ruptura entre el electorado ecuatoriano.

Esta división polarizante surgió alrededor de la figura del expresidente Rafael Correa, cuyo partido político de tendencia progresista no pierde las esperanzas de lograr una victoria para volver al poder. La campaña electoral para los comicios de 2025 arrancará el 5 de enero próximo y los actores ya calientan motores para convencer a los votantes en un contexto desafiante matizado por el desempleo que llegó al 3,54 por ciento en octubre pasado y el decrecimiento económico.

La dolarizada economía del país se contrajo un 2,2 por ciento en el segundo trimestre de 2024 debido a un menor dinamismo en la inversión, consumo de hogares y gasto público, según el Banco Central del Ecuador (BCE).

Además, las perspectivas de crecimiento para el cierre de este año son pesimistas. Según la última proyección del BCE, el Producto Interno Bruto (PIB) de Ecuador apenas crecerá 0,9 por ciento este año, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó un crecimiento de 0,3 por ciento, y para 2025, de 1,2 por ciento.

El analista y consultor económico, Alberto Acosta Burneo, comentó en una entrevista con la agencia de noticias Xinhua que la economía local está estancada y cerrará este año con un desempeño negativo.

“El 2024 ha sido un año muy difícil, el país ha tenido tres golpes fuertes: la crisis de inseguridad que limitó el consumo y la inversión, un fuerte ajuste fiscal con la elevación de los impuestos y la crisis energética que limita la capacidad de generar ingresos”, explicó.

La crisis eléctrica, que ha afectado la popularidad del mandatario, impacta en los hogares y en el sector productivo e industrial con pérdidas estimadas en más de 7.500 millones de dólares.

En el primer año de Gobierno, Noboa implementó dos medidas consideradas “impopulares” como el incremento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12 a 15 por ciento y la eliminación de los subsidios a los combustibles para tener liquidez en la caja fiscal. Según Acosta Burneo, el mandatario priorizó cerrar la brecha fiscal, ya que asumió el Gobierno con un déficit de unos 4.800 millones de dólares, equivalente alrededor de un 5 por ciento del PIB.

Además, buscó financiamiento en el Fondo Monetario Internacional con el que logró un acuerdo crediticio por 4.000 millones de dólares, que le abrió las puertas a otros organismos multilaterales. “Por el lado fiscal ha habido una mejora importante porque el Gobierno ha tomado medidas muy fuertes para elevar los ingresos con el alza significativa de impuestos. El objetivo es cerrar el déficit de este año a nivel del Sector Público No Financiero en 2.400 millones de dólares”, apuntó.

Añadió que para 2025, la economía va a mejorar ligeramente, lo que no significa un “efecto rebote”, ya que durante 2024 creció la liquidez por un superávit comercial en las exportaciones y los depósitos de la banca. “El próximo año va a ser de lento crecimiento. Una vez pasadas las elecciones, deberíamos ver cómo empieza a repuntar el crédito y dinamizar un poco más la economía”, subrayó.