Se trata de una iniciativa que propone un «plan de manejo y zonificación» para la reserva Aguiar. El Departamento Ejecutivo la envió al Concejo Deliberante para su tratamiento. Hubo reacciones en contra de organizaciones ambientales y vecinos. Y una negativa de la oposición que se materializó en la falta de quorum y la suspensión de la sesión en que debía tratarse. Aquí, los lineamientos generales del proyecto de ordenanza.
De la redacción de EL NORTE
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La falta de quorum, merced a la ausencia de los diez concejales opositores al Gobierno municipal de Manuel Passaglia, fue este jueves el saldo de una tarde-noche muy caliente en el Concejo Deliberante de San Nicolás. La sesión extraordinaria convocada por el presidente del Cuerpo, Sergio Ponce, naufragó por falta del número mínimo indispensable de participantes. Eso, que sucedía dentro del recinto Soberanía Nacional, era consecuencia de lo que pasaba fuera: cientos de manifestantes pugnaban por ingresar al edificio, para expresarse en contra de la posibilidad de que fuese votada y aprobada una iniciativa que había sido enviada por el Departamento Ejecutivo Municipal apenas tres días antes, que supone un nuevo andamiaje normativo para el Parque Aguiar en su reconversión hacia el formato de «Eco Parque San Nicolás».
Dado que no hubo sesión, tampoco hubo debate. Por lo tanto, más allá de algún comunicado oficial de la Municipalidad anunciando la reapertura al público del espacio, poco es lo que se conoció sobre el nuevo formato de la otrora Reserva Regional Forestal y Botánica «Rafael de Aguiar».
Por eso resulta de interés repasar el contenido de la propuesta del oficialismo. Volcada en 21 folios, la iniciativa contiene tres artículos resolutivos centrales. «Denomínase como ‘Eco Parque San Nicolás’ al área protegida comprendida en el territorio del Parque, que comprende los terrenos situados desde el pie de la barranca del camino costanero superior, y hasta el arroyo Yaguarón, desde calle Luis Viale hasta calle Luisa de Núñez […], más la isla situada entre el cauce principal del río Paraná Guazú y el arroyo Yaguarón, denominada Isla Ballesteros», busca establecer el artículo primero.
A través del artículo segundo, se pretende aprobar el denominado «Plan de Manejo y Zonificación del Eco Parque San Nicolás», un esquema normativo que forma parte del expediente a modo de anexo.
«Deróguese la Ordenanza 8235 y toda otra normativa que se oponga a la presente», plantea el artículo tercero. La norma municipal invocada es la que en 2012 condensó, compendió y modificó un total de 12 ordenanzas previas (sancionadas entre 1959 y 2002) con el objeto de «actualizar la normativa a efectos de que la misma se adecue a la realidad y establezca líneas claras de acción tendientes a la conservación y el desarrollo futuro del área protegida».
Nueve años más tarde, a través del proyecto de Eco Parque, el Ejecutivo municipal vuelve a advertir ahora sobre «la necesidad de modernizar la normativa que regulaba las diferentes zonas y usos del área protegida, comprendida dentro del territorio del parque para que las mismas se adecuen a las nuevas necesidades de la comunidad, máxime cuando se ha convertido en el principal centro de recreación y turismo para los habitantes de la zona y visitantes, que gozan del paisaje, la arboleda y el río, aprovechando las diferentes opciones de esparcimiento que ofrece dicho espacio».
Los argumentos
Entre las consideraciones que dan fundamento a la iniciativa, sus redactores apuntaron que «es necesario ordenar el territorio afectado al área natural protegida en base a sus usos, nutriéndolos de contenidos y límites geográficos y a su vez, establecer parámetros de uso del área en cuanto a actividades, infraestructura y servicios admitidos según el grado de protección de cada sector, todo esto con la finalidad de instrumentar su integración a la ciudad desde la sustentabilidad de su uso y la protección en áreas de interés ecosistémico especial».
También se explica en el texto de la iniciativa que el nuevo plan de manejo «busca establecer las formas de uso de los espacios, a los efectos de lograr la máxima integración y compromiso de los ciudadanos a los fines de que su conocimiento y valoración sean los insumos que la sostengan en el tiempo al pasar a ser un activo de la sociedad nicoleña».
Por lo demás, recordaron desde el Ejecutivo local sobre la existencia de la Ley Provincial N° 6073 (del año 1959), que transfirió a la Municipalidad de San Nicolás -en carácter de donación- el dominio de un grupo de islas situadas frente a la ciudad, con el cargo especifico de destinarlas «para parque forestal botánico, para recreo y esparcimiento público y demás fines de interés general».
La ejecución de obras en el área protegida es un asunto sensible: el Gobierno local, luego del desmoronamiento de un camino del Parque Aguiar en 2020, plantea que son indispensables; un sector de organizaciones ambientalistas se expresan en contra de toda intervención. En tal sentido, el texto de la iniciativa de Eco Parque asegura que «en el planeamiento de obras del área protegida, se promueve la preservación de su ecosistema y la realización de las obras necesarias destinadas a conformar espacios de uso recreacional y turísticos».
