El acusado por la muerte de Alberto Nisman afirmó que el celular que analizará la Justicia fue comprado un año después del hecho.
Poco después de que se conociera la decisión de la Corte Suprema de Justicia que autorizó a la Fiscalía a analizar sus teléfonos y equipos electrónicos secuestrados, Diego Lagomarsino, procesado como partícipe necesario en la causa por la muerte de fiscal Alberto Nisman, afirmó que “era cantado que iba a ocurrir” esto y aseguró que “cuando vayan a buscar algo” en esos aparatos, los peritos “no van a encontrar nada” que pueda incriminarlo.
“En 2015 yo entregué mi celular a la fiscal Fein, con la clave de acceso y se peritó”, agregó y continuó: “Dos años y medio después me vuelven a secuestrar los equipos, los que van a peritar ahora. Buscar información de 2015 ahora es muy al pedo”. Según explicó, esos equipos los compró en 2016.
El empleado del fallecido fiscal de la causa AMIA, quien le prestó el arma de donde salió el disparo que terminó con su vida, había presentado un recurso ante la Corte Suprema para impedir que el fiscal Eduardo Taiano pudiera analizar sus aparatos electrónicos, como lo había autorizado Ercolini.
En consideración, la Corte Suprema dispuso ayer por unanimidad rechazar el recurso de queja de la defensa de Lagomarsino para que se impidiera al fiscal de la causa que investiga la muerte de Alberto Nisman, peritar sus dispositivos electrónicos.
Por otra parte, el acusado volvió a defenderse y señaló que “la gendarmería puso que fue un homicidio por una mancha de sangre que estaba arriba de la mesada”, pero consideró que esa no es prueba suficiente para determinar que se haya tratado de un asesinato, por lo que sentenció que los gendarmes que firmaron esa acta “van a ir presos y lo saben”.
El fiscal Alberto Nisman fue hallado muerto el 18 de enero del 2015, apenas unas horas antes de presentarse ante el Congreso para detallar la denuncia que hizo contra la entonces presidenta Cristina Kirchner (EFE/Cézaro De Luca)
“Es muy importante ir a las pericias, porque son las que nos dicen qué fue lo que pasó. Yo garantizo qué fue lo que pasó hasta las 20.30 del sábado, lo que pasó después lo tienen que decir los peritos. Yo garantizo lo que pasó hasta las 20.30, lo juro por mis dos hijos y lo voy a jurar siempre, hasta que un día estemos todos muertos y Dios diga ‘Diego tenía razón’, pero para ese momento ya va a ser tarde”, concluyó.