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jueves, diciembre 12, 2024
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Dia Internacional del helado

Se festeja con el fin de potenciar el consumo de uno de los postres más representativos de la gastronomía global.


El helado es un verdadero clásico en las mesas argentinas, siendo uno de los postres más queridos y consumidos en todo el país. Aunque es típicamente asociado con el verano, para los argentinos no hay estación del año que limite el placer de disfrutar este dulce y refrescante manjar. Además, el helado artesanal argentino ha dejado una marca distintiva en la gastronomía nacional, siendo reconocido y apreciado en todo el mundo.

De acuerdo con la última encuesta realizada por la Asociación Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (AFADHYA) en 2023, la pasión por el helado en Argentina es evidente: casi la mitad de los argentinos lo consumen al menos dos veces por semana. Estos datos llevan a estimar que se consumen aproximadamente 6,9 litros de helado por persona al año en el país. Estas cifras reflejan claramente el arraigado gusto que tiene la población por esta deliciosa y tradicional delicia gastronómica.

¿Cuál es el origen del helado?

La historia del helado tiene raíces que se remontan a tiempos antiguos, con diversas teorías sobre su origen. Algunos dicen que fue creado durante el imperio romano, mientras que otros sitúan sus comienzos en las antiguas dinastías chinas.

Se cree que uno de los precursores más tempranos de este delicioso postre surgió en China, miles de años antes de Cristo. En aquel entonces, una mezcla similar al helado era elaborada con nieve traída de las montañas, combinada con frutas, miel, pasta de arroz y especias. Sin embargo, debido a la dificultad y el esfuerzo requerido para obtener la nieve, este manjar estaba reservado exclusivamente para la élite y la clase alta de la sociedad.

La historia del helado se teje entre mitos y realidades, siendo Marco Polo uno de los nombres más vinculados con su introducción en Europa durante el siglo XIII. A partir de entonces, esta deliciosa preparación, conocida como gelato en Italia, se extendió por todo el continente, aunque su verdadero origen sigue envuelto en misterio debido a la falta de documentos escritos que lo describan con certeza.

Los romanos, por su parte, elaboraron una versión similar al helado conocida como “sorbete”, utilizando nieve, frutas y miel. Sin embargo, al no incorporar pasta de arroz, carecía de la consistencia firme que caracteriza al helado moderno.

Los registros más fiables sobre su creación datan de la segunda mitad del siglo XVII. El cocinero y empresario Francesco Procopio dei Coltelli diseñó una máquina que mezclaba hielo, azúcar y frutas de manera homogénea, y luego inauguró en París lo que se considera la primera heladería de la historia, el Café Procope. Sus creaciones heladas, junto con una amplia variedad de cafés, rápidamente ganaron fama en toda la ciudad.