El hombre, de 37 años, contaba con una orden de detención desde agosto pasado por una causa en la provincia de Salta.
El hecho ocurrió en la Escuela 503 de la localidad de Santa Clara del Mar, donde J.M.F.A, de 37 años, presidía la mesa 0054. Un hombre con pedido de captura que cumplía su deber cívico en una escuela del partido bonaerense Mar Chiquita, fue detenido esta mañana: la particularidad en esta oportunidad es que el hombre oficiaba como presidente de mesa.
Algunas horas después de comenzados los comicios en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de hoy, efectivos del Equipo de Prevención Ciudadana de la Policía Bonaerense ingresaron a la institución, y lo trasladaron al exterior para esposarlo y aprehenderlo: tenía sobre su cabeza una orden de detención y pedido de captura nacional desde el 20 de agosto pasado.
La orden había sido dispuesta por el Juzgado de Garantías N° 2 de Salta, a pedido de la Fiscalía Penal N°3 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, a cargo de la investigación del caso. El hombre, con último domicilio registrado en la localidad de Villa Celina, en el partido de La Matanza, vivió anteriormente en las ciudades salteñas de Cerrrillos y Tartagal, pero fue detenido a varios kilómetros de ambos puntos, en la Costa Atlántica.
En julio pasado, Alejandro Javier Salaverry Gabarain (40) -un hombre que pasó 18 años prófugo por el crimen de un policía y era buscado desde 2018 por intentar matar a un vecino- fue detenido en el Museo MAR de Mar del Plata cuando se acercó a recibir su primera dosis de la vacuna contra el COVID-19.
En octubre de 2003 logró profugarse luego de asaltar un local en la ciudad de Mar del Plata junto a otros tres cómplices y enfrentarse a tiros con dos policías, uno de los cuales Cristian Agusti, murió en el lugar. Los delincuentes Fernando Palomino y Claudio López fueron detenidos en el acto y condenados a prisión perpetua por el hecho en 2005 mientras que sus cómplices, Salaverry y Carlos Marcelo de los Santos, huyeron.
De los Santos fue atrapado en Buenos Aires casi 10 años después, en 2012, y Salaverry fue sobreseído sin pasar un solo día en la cárcel. A pesar de su habilidad para evitar ser detenido, cayó en julio pasado después de haber atacado a un vecino suyo en el partido bonaerense de Merlo, donde vivía con una identidad falsa, que por las heridas estuvo internado en grave estado en el hospital Eva Perón por varias semanas.