La Justicia pidió el juicio oral para los imputados de robar en 2022 insumos que una empresa acopiaba en el Puerto de San Nicolás para luego insertarlos en el mercado ilegal. Durante los allanamientos, se secuestraron armas de guerra, autos de alta gama, camiones y la mercadería robada. En las pruebas que se recopilaron aparecen mensajes de WhatsApp sobre el modo de pago: “De contado, apenas descargan”.
De la redacción de EL NORTE
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Avanza la causa contra una banda que contrabandeaba fertilizantes y otros insumos para el campo. Los imputados fueron detenidos en 2022 y ahora la Justicia solicita sentarlos en el banquillo de los acusados.
Según las pruebas recolectadas, la banda sustraía los insumos a una empresa importadora mientras las cargas permanecían en el Puerto de San Nicolás.
La Fiscalía informó que los hechos fueron detectados el 17 de noviembre de 2022, cuando un camionero identificado como Claudio Esteban Oscar Bustos, a bordo de una unidad de la firma PTP Warrant SA y Transporte Del Sol Internacional Sudinter SA, fue sorprendido tras el hurto de fertilizante (urea), procedente de la República de Bolivia, dentro de la zona primaria del Puerto de San Nicolás. El producto era propiedad de la firma importadora LDC Argentina SA.
La reconstrucción de la Fiscalía señaló que a las 22.50 el chofer ingresó con su camión a la balanza fiscal del puerto. Se dirigió a la zona de carga y cargó 29.400 kilogramos de urea granulada, amparada por declaración sumaria y consignada a la firma importadora LDC Argentina SA.
Luego, evitó el control para no realizar la destara y así determinar el peso neto del cargamento. A las 1.51 del 18 de noviembre salió de la zona primaria e ingresó a territorio aduanero. Tampoco tramitó la autorización de retiro de la mercadería, ya que evitó el control físico y el pesaje. “El peso que cargaba representaba el 2,51 por ciento de fertilizante acopiado en el puerto”, asegura la documentación.
Luego el camionero regresó a las 3 de la madrugada al puerto. Estacionó en el sector Cava Sur y solicitó cargar el material que ya había transportado -sin registración- casi dos horas antes. “Cuando un vigilador advirtió la maniobra, le prohibió salir. Entonces se bajó del camión, caminó por el playón y se subió a una unidad de Sudinter SA conducida por otro chofer, que lo alejó del puerto a las 4.09”, informó la Fiscalía.
En Theobald
La investigación arrojó que el camión fue hasta un puerto seco en la localidad de Theobald. Ahí esperaban el camión Matías Nicolás y Maximiliano Gabriel Landolfi y de José Gabriel Valle, para descargar el fertilizante.
Para sacar la mercadería sin realizar los trámites, no pesaba en la balanza de salida, evadía el control, se inhibía el rastreo satelital, o bien, lo descomponían. Luego, el camión volvía completamente vacío.
El galpón actuaba de una fachada al solo efecto de descarga y carga de mercadería de procedencia ilegal provenientes de diferentes comercios y empresas, donde se facilitarían las instalaciones para el trasbordo de un vehículo a otro para seguir un destino final”.
La Fiscalía realizó peritajes a la línea telefónica de uno de los acusados. Surgieron fotografías y conversaciones en WhatsApp.
“El contenido refiere a la entrada y salida de camiones del predio de Theobald, a cargas y descargas de diversas mercaderías, entre ellas urea, gasoil, sulfan, nafta y herbicidas; y a formas de pago, como uno de los mensajes que indica ‘de contado, apenas descargas’”.
Acuerdo delictivo previo
Para los investigadores ‘existió un acuerdo delictivo previo’ entre los imputados, pues los tres sujetos que actuaban en el predio ‘se hallaban en conocimiento de la maniobra que iba a realizar en forma previa’ el camionero”, dejó asentado el MPF.
En el galpón encontraron dos tambores de 200 litros y un tambor de 1000 litros con nafta, dos recipientes con un total aproximado de 1150 litros de gasoil, bombas electrónicas y un batán móvil para combustibles líquidos con capacidad de 1500 litros.
También hallaron 11 tanques de 24.000 litros, más otros tres de 10.000 litros cada uno unidos con cañerías de fabricación casera, los cuales se hallaban cargados con fertilizante líquido (UAN) en un total de 298.000 litros. Lo encontrado no contaba con documentación respaldatoria que acredite su origen.
Además, se halló fertilizante sólido, dispuesto en seis bolsones de aproximadamente 2000 kilogramos cada uno, abiertos en la parte superior, que contenían fertilizante granulado sólido blanco; y 400 bolsas de 50 kilogramos cada una, cerradas.
Se constató que los miembros de la organización portaban armas sin autorización: un revólver calibre 38 milímetros corto, una pistola de puño color plateada modelo HP 22 milímetros, ocho proyectiles calibre 9 milímetros, tres de calibre 40 y cinco de calibre 38.