Víctor Navarro, un ciclista de 33 años oriundo de Loreto (Santiago del Estero), cumplió una promesa el día de la Virgen del Rosario de San Nicolás. El 14 de septiembre partió desde su ciudad en bicicleta y llegó al Santuario nicoleño tras recorrer 1400 km en seis días.
Martina Suárez
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Víctor Navarro tiene 33 años, es músico oriundo de la ciudad de Loreto (Santiago del Estero). En el marco del 41º aniversario de la Virgen del Rosario de San Nicolás, se propuso cumplir una promesa: llegar desde su ciudad hasta el Santuario en bicicleta.
“El 14 de septiembre salí desde Loreto con destino a San Nicolás y llegué el 19, es la segunda vez que hago este viaje. Ya lo había hecho el anteaño pasado con un primo, en esta ocasión lo hice solo”, comentó Víctor a EL NORTE.
Y agregó: “Duró seis días, fue un recorrido de más o menos 1400 km, pude cumplir con la ‘Virgencita’”.
Antes de emprender su viaje, el ciclista se aseguró de tener todo preparado. Por ello, diseñó un mapa improvisado en el cual tenía marcado el recorrido y los lugares en los que iba a pasar la noche. La mayoría de ellos, en hogares de conocidos y amigos que se hizo en su travesía anterior, así como en dos hoteles.
Es importante señalar que Víctor se preparó durante un mes para mejorar su condición física, saliendo a andar en bicicleta cinco veces por semana.
Aunque el músico ya había visitado previamente el Santuario de nuestra ciudad, declaró que en otra ocasión emprendió un viaje para visitar a la Virgen del Valle en Catamarca. El recorrido, de aproximadamente 280 km, incluyó atravesar dos cerros en el camino.
Navarro manifestó a este medio que pedaleó de 8 a 10 horas diarias, durante los seis días que duró su recorrido. “La intención era siempre pedalear con la luz del día, sobre todo por el peligro y porque quería descansar bien. Tenía todo previsto”, explicó.
Otra pasión
El objetivo de Víctor era cumplirle una promesa a la Virgen del Rosario de San Nicolás, pero no era el único: es fanático de Boca Juniors, por lo que decidió agregarle más kilómetros a su aventura. “Después de llegar a San Nicolás, fui a Ezeiza al predio de Boca Juniors para saludar a mi ídolo Juan Román Riquelme. Además, la idea era tratar de conseguir una entrada para el superclásico”, -que se disputó el pasado 21 de septiembre en La Bombonera- expresó el santiagueño.
“Si bien no pude conocer a mi ídolo, conocí a varios jugadores y pude asistir al superclásico y regresar -esta vez en colectivo- el 24 de septiembre para la fiesta de la Virgen”, manifestó muy agradecido.
Al día de hoy, el ciclista se encuentra aún en nuestra ciudad, descansando y preparándose para emprender un nuevo viaje hacia su provincia.