La Comisión Provincial por la Memoria solicita que se investigue el accionar de agentes policiales de nuestro distrito. Denuncian violencia institucional ejercida contra un ciudadano durante un allanamiento producido en noviembre del año pasado y, también, “condiciones inhumanas” durante los dos meses que la misma persona permaneció detenida en la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas.
De la redacción de EL NORTE
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Un allanamiento violento que habría incluido el robo de pertenencias. Una detención en condiciones “inhumanas” en un lugar no habilitado para tal fin. Tales son los hechos de violencia institucional que la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) denunció penalmente ante la Fiscalía General de San Nicolás.
Los hechos señalados se iniciaron en noviembre pasado y se extendieron hasta enero. Rubén –cuya identidad completa se mantiene en reserva– es la víctima de los delitos de acción pública denunciados por el organismo de derechos humanos que preside el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y la socióloga e investigadora del Conicet, Dora Barrancos.
El relato de Rubén constituye buena parte del corpus de las presentaciones de la CPM. “Eran las 5 de la mañana, escuchamos unos ruidos y cuando me levanto de la cama una explosión. Entraron con armas largas y gritaban ¡al piso, al piso! Con mi nene no entendíamos nada”, cuenta Rubén, el denunciante sobre la madrugada del 18 de noviembre de 2021 en que se inició un violento allanamiento en su casa de barrio Oeste, en nuestra ciudad.
Quedó detenido hasta enero. Recién ahora, a través del organismo provincial –que oficia como Mecanismo Local de prevención de la Tortura– encontró la forma de hacer la denuncia penal por el accionar policial. “Le pegaron a mi hijo, de 14 años, que se quedó duro, asustado, le gritaron ¡al piso! Y le empezaron a pegar. Viene la nena, de 17, y también la tiraron al piso, todos agentes masculinos, eran del grupo GAD, con la cara tapada; nos precintaron a todos. No mostraron orden ni explicaron nada”, relata.
Las denuncias
Durante todo el procedimiento, que se habría extendido durante un total de 7 horas hasta pasado el mediodía, los menores habrían permanecido esposados y la violencia denunciada por la víctima y la CPM se habría extendido también contra la madre de Rubén, una persona mayor con discapacidad motriz y Alzheimer. “Cuando le pedí que le sacaran las esposas a los chicos se negaron. Mi hijo es de contextura grande y me decían ‘mirá si este mono negro se me enoja’. Tampoco dejaron entrar a la persona que cuida a mi mamá hasta el mediodía, estuvo horas sucia, sin poder higienizarla, y al moverla para buscar cosas le arrancaron la sonda”, reconstruye Rubén en su relato.
Al tomar conocimiento de esta versión que denota violencia institucional desde la Comisión por la Memoria formalizaron una denuncia penal ante la Fiscalía General de San Nicolás. Y, también, una denuncia administrativa ante la Auditoria General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. E informaron de la gravedad de los hechos a la Subsecretaría de Derechos Humanos, Política Penitenciaria y Violencia Institucional del Ministerio Público de la Provincia de Buenos Aires.
Detenido
Rubén también asevera haber padecido, durante su detención, violaciones a sus derechos más elementales como el acceso a la salud. Según reportan desde la CPM, estuvo dos meses alojado en la Sede de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de San Nicolás, “un lugar que no cuenta con capacidad para alojar detenidos”.
“Eran los días de mayor calor y nos dejaban sin luz en la celda entre las 9:00 y las 19:00. Me descompensé, me llevaron al hospital y tenía un preinfarto. Igual me vuelven a llevar a la comisaría. Nunca me llevaron al diabetólogo los dos meses que estuve detenido ahí”, señala Rubén. El hombre denuncia, además, que el dinero que se llevaron durante el allanamiento no fue consignado en las actas y que durante su detención le pidieron más plata para evitar un traslado.
“Justicia tiene que haber. Lo que le hicieron a mi mamá y a mi hijo no se puede hacer, quiero que lo paguen. Tendrían que ir presos. Yo no tengo miedo a la policía porque digo la verdad, y quiero que me devuelvan la plata y lo que me robaron porque me arruinaron”, asegura.
