Un grupo de amigos decidió emprender viaje a Brasil con la ilusión de ver al equipo argentino campeón de la Copa Libertadores
Valentín Cúneo
[email protected]
Cuatros hombres emprendieron viaje con destino a Río de Janeiro con la ilusión de ver a Boca Juniors campeón en la final que se disputará el sábado 4 de noviembre en el estadio Maracaná, contra el equipo brasilero Fluminense. Franco Melaragna, Mauro Tristán, Agustín y Rodrigo Del Pozo son los protagonistas de esta travesía en busca de festejar que el equipo argentino alce el título internacional más importante de América en el país limítrofe.
En diálogo con EL NORTE, Rodrigo Del Pozo nos otorgó la información para poder reconstruir la decisión y la ejecución de esta aventura. El ramallense empleado de una fábrica contó que tomaron la iniciativa con sus amigos de manera conjunta. Si bien buscaban hacerlo en un auto más moderno, una complicación de último momento hizo que tuvieran que realizarlo en el famoso Ford Taunus.
Eligieron viajar en el vehículo de la década del ´70 porque hacía poco se le había hecho el motor nuevo y equipo de GNC. Así que, teniendo en cuenta la vorágine existente en el país por el desabastecimiento de nafta y su paulatina suba de precios, el Taunus con el equipo de gas era un complemento crucial, a sabiendas que se puede usar el tanque de nafta si te quedas sin Gas Natural Comprimido.
Para llegar a Brasil, tuvieron que recorrer 2800 kilómetros aproximadamente. El motor del auto marca Ford modelo Taunus 2.3, en términos de nafta posee un tanque de 54 litros y gasta alrededor de 15L cada 100km. Mientras que el tubo de gas tiene una capacidad de 45L y dura en total unos 110km. Por esto, en Argentina paraban cada 110km siempre que encontraran GNC, mientras que, para cargar nafta, el descanso era a los 350km. Cabe destacar que es la primera vez que el vehículo realizaba un viaje semejante y podía llegar a tener algún inconveniente en medio de la travesía.
Bajo este augurio, al llegar a Curitiba el auto se paró por un desperfecto en una manguera de aceite. Por ende, los viajeros tuvieron que buscar otra opción para poder llegar a destino. Dejaron el vehículo el lugar mencionado, pero en la casa de un amigo oriundo de Ramallo para que no pudieran robarlo. Una vez arreglada esta problemática, se contactaron con otros conocidos ramallenses que iban para el Maracaná y así lograron seguir con el recorrido.
Pese a estos percances de última hora, al momento de publicarse esta nota, los cuatro amigos están a acercándose a “Río”. Es decir que solo les resta disfrutar del evento futbolístico. Después se preocuparán por ver como arreglan y regresan en el Ford Taunus para su hogar. Además, Del Pozo destacó, que luego de toda esta aventura, tiene la idea de incursionar en algún canal de YouTube que deje archivo de estos viajes. Pero también, que cuenten las historias que le pueden ocurrir a una persona en la ruta que decide realizar una travesía de tal magnitud.