Oscilante, el Presidente estableció su alineamiento estratégico, abrió fuego discursivo contra sus pares progresistas, y se rindió ante China.
Durante su primer año de gestión, el presidente Javier Milei priorizó la alineación con Estados Unidos e Israel, pero sorprendió con aperturas hacia China y el Mercosur. Desde su asunción, el mandatario buscó construir alianzas estratégicas, rompiendo tradiciones diplomáticas argentinas y generando controversias a nivel regional e internacional.
Alineación con Estados Unidos e Israel: prioridades de gestión
Milei dejó clara su afinidad con Estados Unidos al visitarlo siete veces desde el 10 de diciembre. Además, respaldó a Israel en pleno conflicto en Medio Oriente, rompiendo con la histórica neutralidad argentina. En febrero, viajó a Israel para una agenda que combinó compromisos oficiales y religiosos.
La sintonía con el expresidente Donald Trump y las críticas al rechazo al ALCA reforzaron su postura proestadounidense. En paralelo, Milei defendió a Israel contra decisiones internacionales adversas, como el pedido de arresto de Benjamin Netanyahu por la Corte Penal Internacional.
Italia y El Salvador: alianzas estratégicas en Occidente
Italia se consolidó como otro socio clave. Milei y Giorgia Meloni, líder del Consejo de Ministros italiano, se reunieron en cinco ocasiones, con una sexta programada en diciembre. Ambos comparten una visión conservadora que Milei busca proyectar globalmente. En El Salvador, el mandatario destacó las políticas de seguridad de Nayib Bukele como modelo para Argentina. Patricia Bullrich incluso visitó cárceles salvadoreñas para replicar estrategias.
China: un giro estratégico
Milei sorprendió al fortalecer vínculos con China, pese a sus declaraciones previas contra el comunismo. Argentina consolidó acuerdos comerciales con el gigante asiático, su segundo socio comercial, y Milei solicitó una bilateral con Xi Jinping. En el marco del G20, ambos países reafirmaron su intención de diversificar la cooperación.
Conflictos con España y Venezuela
Las tensiones con España y Venezuela marcaron una línea de confrontación. Milei acusó al gobierno de Pedro Sánchez de corrupción, lo que llevó al retiro temporal de la embajadora española. Con Venezuela, el reconocimiento argentino a la oposición profundizó el enfrentamiento. Nicolás Maduro calificó a Milei como “fascista neonazi”, mientras que la Fiscalía venezolana emitió órdenes de detención contra funcionarios argentinos.
Mercosur: de las críticas a la cooperación
Aunque inicialmente criticó el bloque regional, Milei asistió a la Cumbre del Mercosur y propuso un mercado común más dinámico. Sin embargo, las relaciones con Brasil, su principal socio comercial, permanecen tensas. Luiz Inácio Lula da Silva mantiene una actitud distante, mientras que intentos de consolidar reuniones bilaterales han fracasado por falta de interés brasileño.
Tensiones regionales y perspectivas futuras
Los insultos de Milei hacia líderes regionales, como Gustavo Petro y el saliente presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, dificultaron las relaciones diplomáticas. A pesar de esto, Milei continúa buscando consolidar su visión de una “Liga de Naciones Conservadoras” que fortalezca la cooperación entre sus aliados más cercanos.
En este contexto, el presidente enfrenta desafíos para equilibrar su discurso ideológico con las necesidades pragmáticas de su gestión internacional.