Son ocho jóvenes futbolistas de entre 18 y 21 años, que llegaron de la mano de un reclutador santafesino para hacer su primera experiencia fuera de casa. Cinco de ellos juegan en Fútbol San Nicolás, y los otros tres lo hacen en Social. Viven todos juntos en una casa en Villa Ramallo. “La adaptación es complicada, pero con el tiempo va mejorando todo”, dijeron.
EZEQUIEL GUISONE
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Desde el año pasado la Liga Nicoleña se vio sorprendida por la presencia de algunos jóvenes futbolistas colombianos que llegaron a la ciudad a través de Jorge Cardozo, un reclutador santafesino de la localidad de San Justo. Por motivos particulares, Cardozo -junto a su mujer y su hijo- se instaló en nuestra región y encontró en el fútbol local un ámbito ideal para su tarea: darles rodaje a futbolistas que salen por primera vez de Colombia.
El choque cultural, el clima, las costumbres y las diferencias en el juego son las primeras trabas que los chicos tienen como objetivo superar en sus primeros meses en San Nicolás. Algunos pasaron por Los Andes y Defensores el año pasado, y ya emigraron a otras ligas del Interior.
Pero en el actual torneo Clausura Javier Yacuzzi de la Liga Nicoleña, el “desembarco cafetero” se transformó en un suceso histórico para nuestro fútbol: hay ocho colombianos integrando los planteles de Fútbol San Nicolás y de Social de Ramallo. En el Albirrojo están Ander Mosquera, Cleyton Rodríguez, Daniel Largo, Juan José Carabalí y Edilmer Sarmiento. En el Celeste están Juan Sneider, Camilo Zuleta y Santiago Rodríguez.
Todos ellos viven en una casa en Villa Ramallo. La casa es la de Jorge Cardozo, el reclutador que trabaja con formadores del club Millonarios de Colombia. Cardozo encontró en las ligas del interior de nuestro país la mejor manera que estos jóvenes puedan realizar una adaptación en su primera salida internacional, y eso es precisamente lo que están viviendo los chicos hoy en día en nuestro ámbito.
“Lo que se trabajamos mucho es la agresividad que hay acá en la marca. Tenes que acostumbrarte a eso y a las canchas. Si vos a eso lo completás con la técnica que tienen estos chicos, se forman muy buenos jugadores”, remarcó Cardozo, quien con su mujer y su hijo de 15 años son los anfitriones de los jóvenes futbolistas que se instalan en nuestra región.
“La gente que trabaja con nosotros estuvo un tiempo largo en Pachuca de México y después pasaron a Millonarios de Colombia. Allá reclutan jugadores en distintas zonas, como acá en Argentina. Mi trabajo acá es así: yo los llevó a clubes donde los chicos puedan jugar, porque no los podemos tener un año en el banco de suplentes. Lo que buscamos es que el jugador tenga minutos, porque de otra manera no vamos a saber si el jugador se adapta o no”, explicó.
Fútbol San Nicolás
El Albirrojo es quizás el club de la Liga Nicoleña más necesitado a nivel futbolístico. Con pocos recursos y plantel, cerró los últimos torneos en el fondo de la tabla. Ahí, sobre la autopista, Cardozo encontró el lugar ideal para que cinco chicos de entre 18 y 20 años provenientes de Colombia puedan tener su primer contacto con el fútbol de nuestro país. Los dos primeros partidos fueron derrotas (2-3 vs. Social y 1-4 vs. Paraná), pero los cafeteros ya se hicieron conocer. Los delanteros Ander Mosquera y Juan Carabalí, por ejemplo, marcaron dos de los tres goles del equipo.
“Al principio es difícil acostumbrarse, pero con el tiempo uno se va adaptando a todo lo que se viene”, comentó Ander, y reconoció que “me cuesta la agresividad con la que se juega acá. Yo vengo de jugar de España y allá el fútbol es más técnico, en cambio acá es más de roce, de contacto e intensidad. Al principio me costó, pero me fui acostumbrando”. Mosquera tiene 20 años y es de Bogotá. “Dar el salto de Colombia a Argentina no lo hace cualquiera, y es también gracias a los padres y el apoyo que nos dan para buscar más oportunidades en el fútbol y mejorar como personas también”, expresó el delantero.
También llegaron desde Bogotá el volante Cleyton Rodríguez (20 años) y el defensor Daniel Largo (18), quien no dudó en señalar cuál fue el principal problema en su adaptación: “el frío”, tiró entre risas. “Allá no hacía casi frío y el cambio climático fue tremendo, incluso me enfermé. Después todo bien, nos recibieron muy bien, bien la comida rica”, continuó. “Lo que me llama la atención es que acá el fútbol es más de correr y chocar. Son cosas diferentes que si uno las asimila se convierte en mejor jugador”, dijo Daniel.
Cleyton, en tanto, definió como “muy complicada” la adaptación al país, pero contó que “va mejorando”. “Es una decisión difícil salir del país de uno, donde uno tiene todas las comodidades, pero se sale por un mejor futuro para uno y para su familia”, señaló.
“El calor me mató”
A diferencia de sus compañeros, Juan Carabalí llegó el año pasado y aseguró que lo que más le costó fue “pasar el verano”. “El calor me mató. Vengo de una zona que no es tan caliente (Bucaramanga). Después con los cambios de clima y la adaptación del fútbol me he afianzado un poco más. El año pasado jugué en Defensores hasta el Apertura, y ahora vine a San Nicolás”, contó el joven de 18 años, que en la fecha pasada anotó un gol ante Paraná. “A todos nos da duro estar lejos, pasar festividades lejos de las familias, no es fácil”, expresó.
Edilmer Sarmiento tiene 19 años y es de Soplaviento, estado de Bolívar. Al igual que sus compañeros, dijo que “me costó mucho el frío y me tengo que adaptar al estilo de fútbol de acá”.
Todos ellos pasaron días atrás por los estudios de Radio U en el programa La Deportiva (lunes a viernes a las 19.00).
Defensores y Los Andes recibieron el año pasado a jugadores como Zambrano, Suliman y Rivas, quienes hoy continúan su carrera en Necochea. En tanto, en la previa del Regional Amateur que se viene en octubre, Cardozo ya fue contactado por algunos clubes de la región para darles una oportunidad a algunos de los chicos. Incluso en los últimos días tuvo reuniones con gente de Douglas Haig. “Nosotros sabemos a quién le puede dar y a quién no para jugar un Federal. Ellos el nivel lo tienen, pero sabemos que esos torneos a veces son más fuerza y golpes que fútbol”, describió el reclutador.
Mientras tanto, los colombianos siguen su rutina. Van al gimnasio todas las mañanas y por la tarde hacen fútbol: un quinteto viene a Fútbol San Nicolás, y el otro trío a Ramallo Pueblo. Con el tema de las comidas, Jorge y su señora se encargan de las dietas de cada uno: “tienen que estar preparados, no pueden comer cualquier cosa”, señalan.
No es un tema menor, porque el choque cultural en el tema alimentación es de lo que más les cuesta. Sin embargo -como no podía ser de otra manera- hay comidas que recibieron la bendición unánime: “asado y milanesas”, coincidieron. Y Daniel largo fue por más. “A mí me gustó el locro”, tiró el defensor, que aprovechó la fecha patria de julio para conocer la quizás más argentina de todas las comidas.
Nadie sabe cuánto tiempo más estarán por nuestra zona. Su paso por la Liga está previsto que sea bien corto, pero no por eso pasará inadvertido. Todos ellos ya han registrado sus nombres en la casi centenaria Liga Nicoleña. Aquellos que suelen ver fútbol local los fines de semana, ya tendrán la oportunidad de conocerlos.