El exentrenador y presidente de River, campeón del mundo con la Selección argentina, sufre un deterioro cognitivo similar al que atravesó su papá.
Daniel Passarella, único futbolista argentino en ganar dos mundiales con la Selección, sufre a los 69 años una compleja enfermedad neurodegenerativa, que no sólo le causa secuelas físicas, sino que además le provoca que no pueda ubicarse en el tiempo y en el espacio.
“Ya no es más el Passarella que conocimos. Ahora es otro Daniel”, le confesó un amigo, que prefirió no revelar su identidad, al Diario Olé. Además, desde el medio hacen hincapié que el ex defensor “sufre hoy un proceso de deterioro cognitivo similar al que vivió su papá”.
Esta enfermedad provoca que el capitán que lideró a la Selección argentina a la conquista del Mundial 1978, no salga solo de su casa y que sus escasas salidas sean en las cercanías de su hogar en Lomas de San Isidro. Pero siempre acompañado, ya que de forma abrupta puede olvidarse o perder la orientación.
Desde el entorno de Passarella admitieron que por el avance de la enfermedad “ya no sólo no podría dedicarse a la dirección técnica de un equipo de fútbol, sino que tampoco podría administrar los bienes de su propiedad”, por lo que su hijo menor estaría analizando mudarse a un lugar más cercano.
Inactivo desde que dejó la presidencia de River en 2013 entre múltiples cuestionamientos por su gestión, Passarella no volvió a trabajar tampoco como entrenador. Su último paso por un banco de suplentes fue también en Núñez, en la temporada 2006-2007.
Durante sus últimas presentaciones públicas, el ex entrenador habló de la posibilidad de volver al ruedo a partir de ofertas de clubes de China, Qatar y Arabia Saudita. Además, contó con la chance concreta de tomar las riendas de un seleccionado de Centroamérica.
Sin embargo, aseguraron que “no podría haberse hecho cargo de ningún trabajo”, ya que los síntomas de esta enfermedad neurodegenerativa que comenzó a alterar su vida desde hace tres años no son permanentes, aunque sí cada vez más frecuentes. Y eso es lo que preocupa a su círculo íntimo que es cada vez más reducido.
La última aparición pública del “Kaiser” fue en diciembre de 2020 cuando se acercó a despedir los restos de Alejandro Sabella, quien fue su ayudante de campo en sus etapas como entrenador, tanto en River como en la Selección.