La empresa productora de margarina y aderezos tercerizará la producción. Adujo altos costos laborales y la caída de las ventas, entre las principales causas
La empresa Dánica, fabricante de margarinas y aderezos, cerró su emblemática planta de Llavallol, ubicada en la zona sur del Gran Buenos Aires. Este cierre afecta a unos 150 trabajadores, quienes fueron notificados de sus despidos con indemnizaciones reducidas al 50%, en virtud del artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, que habilita esta medida en situaciones de crisis económica.
Cierre definitivo tras meses de inactividad
La planta había detenido su producción en octubre de 2024, cuando se otorgaron vacaciones al personal y se lanzó un plan de retiros voluntarios. El cierre definitivo fue comunicado recientemente mediante telegramas, financiado por la venta de maquinaria e instalaciones.
Dánica, que también cerró su planta en San Luis hace un año, conservará su producción de aderezos en el Parque Industrial Ferreyra, en Córdoba. Sin embargo, la empresa anunció que a futuro su producción será tercerizada.
Motivos del cierre
La compañía, perteneciente al Grupo Beltrán desde 2019, argumentó que el cierre responde a problemas económicos y estructurales. Entre ellos se destacan:
- Altos costos laborales, atribuidos a un encuadre sindical que, según la empresa, duplica la media de la industria.
- Problemas logísticos y de comercialización.
- Caída sostenida de ventas en un contexto de recesión económica.
Rechazo sindical
El cierre fue rechazado por el Sindicato de Aceiteros y la Federación de Trabajadores Aceiteros, que desde el inicio del conflicto exigieron la continuidad laboral de los operarios. El gremio presentó un reclamo ante el Ministerio de Trabajo bonaerense solicitando garantías para las fuentes de empleo, denunciando que los retiros voluntarios afectaron la operatividad de la planta.
Historia de Dánica
Fundada en 1939 por un inmigrante danés, Dánica fue pionera en la industria de margarinas y aderezos en Argentina. Tras ser adquirida en 2011 por el grupo brasileño BRF, pasó en 2019 a manos del Grupo Beltrán, una firma cordobesa con actividades en los sectores lácteo y frigorífico.
El cierre de la planta de Llavallol, que operaba desde sus inicios, marca el fin de una era para la empresa y deja en evidencia los desafíos que enfrenta la industria en un contexto de crisis económica.