En los últimos días al menos diez plantas de marihuana fueron incautadas por la policía en el marco de procedimientos originados por diferentes delitos. Fuentes de la investigación aseguran que es un escenario que se repite cada vez con mayor frecuencia. Buscan armas o elementos robados y encuentran cannabis. Estos hallazgos se suman a la gran cantidad incautada el año pasado vinculada a causas por narcomenudeo.
De la redacción de EL NORTE
[email protected]
Diez plantas de cannabis fueron descubiertas por las fuerzas policiales en los últimos días en allanamientos realizados durante la investigación de distintos ilícitos. Una causa por abuso de armas en el que dos sujetos en moto balearon la propiedad de una mujer, otra por amenazas agravadas denunciado en la Comisaría de la Mujer y la Familia, ambos ocurridos en zona norte, y los robos de una bicicleta y una moto en diferentes hechos sucedidos en zona oeste tienen en común el hallazgo casual de plantas de marihuana en los domicilios requisados. Fuentes investigativas informaron a EL NORTE que este fenómeno es cada vez más habitual y aunque en la mayoría de los casos está relacionado con el consumo y no con la comercialización, igualmente se trata de un delito tipificado en el Código Penal como tenencia y está penado por la ley. Estos secuestros se suman a la importante cantidad incautada en los últimos meses informada por la fiscalía especializada y que está vinculada al narcomenudeo. La fiscal Verónica Marcantonio había destacado que es un grave error confundir el consumo medicinal con el consumo ocioso. En 2020 el Ministerio de Salud de la Nación creó un registro, el Reprocann, para legalizar a usuarios, cultivadores medicinales y médicos que garantiza el acceso a los derivados del cannabis para los pacientes específicamente indicados. Explicó que “el consumo y la posesión de marihuana son delitos en la Argentina, y pueden llevar a sanciones legales, como multas y penas de prisión”.
Cultivos autorizados
El autocultivo o cultivo para otros a través de las ONG pueden realizarse luego de registrase en el programa de cannabis, solo con autorización y en el marco riguroso en el que lo permite el Ministerio de Salud. Tener más cantidad de plantas de lo permitido para cada caso en particular, comercializarla o hasta entregarla de manera gratuita, aunque sea con un fin medicinal o en pequeña cantidad sin autorización, es un delito. La normativa es muy específica, estricta y exclusiva para determinadas cuestiones. A su vez el Ministerio de Salud de la Nación creó el registro de programas de cannabis, conocido como Reprocann, que es el que da la autorización para cultivar cannabis, sea para uso propio o para otros a través de una ONG, pero no se puede comercializar. La ley autoriza hasta nueve plantas florecidas, conforme a la cantidad requerida para cada paciente por indicación médica y el cultivador solidario registrado puede abastecer hasta 150 pacientes, pero todos tienen que estar habilitados por el Ministerio para hacerlo. Primero necesitan un certificado médico que le indique que requieren cannabis para su tratamiento por su patología, luego esa certificación se tiene que cargar al sistema del Ministerio y es el Reprocann quien va a analizar la situación y lo va a autorizar o no, pero siempre un médico es quien lo recomienda. Ese certificado le va a permitir o cultivar él mismo o recibirla a través de una ONG. Estas entidades tienen que tener estatuto, ser persona jurídica y no sobrepasar la cantidad de plantas que se les permite tener. La única forma de no estar violando la ley es tener el Reprocann autorizado y activo, es decir, dentro del plazo de autorización que es de tres años, después tiene que renovarse. Mientras se cumpla con la reglamentación, tengan la cantidad de plantas que indica su prescripción médica en consonancia con lo que la que les autorizó el Ministerio, que es quien tiene a su cargo el control, se está dentro del marco de la ley. Todo lo que esté fuera de lo que indique el registro de cannabis se considera tenencia ilegal porque la marihuana es un estupefaciente y su uso indebido está penado.