Zapatos, agua y pasto para los camellos, el próximo domingo por la noche hay que dejar todo preparado para la llegada de los Reyes Magos. Así es la tradición para que los niños reciben sus tan esperados regalos.
Cada 6 de enero, miles de niños en todo el mundo despiertan con la ilusión de encontrar regalos a los pies del árbol de Navidad o junto a sus zapatos. La celebración del Día de Reyes, una de las festividades más entrañables del calendario, conmemora la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar al pesebre de Belén, según el relato bíblico.
La tradición recuerda el momento en que estos tres sabios de Oriente, guiados por una estrella, visitaron al niño Jesús para entregarle ofrendas de oro, incienso y mirra. Hoy en día, esta historia se mantiene viva en numerosos países, especialmente en América Latina, España y algunas regiones de Europa, donde es una fecha marcada por la magia, la unión familiar y, por supuesto, los dulces y regalos para los más pequeños.
En la víspera del 6 de enero, es habitual que los niños preparen sus zapatos como símbolo para recibir los obsequios y dejen agua y pasto para los camellos de los Reyes Magos. Al amanecer, la emoción se apodera de los hogares cuando los más pequeños descubren los regalos que han dejado estos visitantes mágicos.
Además, la celebración incluye la tradicional “Rosca de Reyes”, un pan dulce decorado con frutas cristalizadas.
El Día de Reyes no solo es un recordatorio de una tradición religiosa, sino también una oportunidad para disfrutar en familia y mantener vivas las costumbres que unen generaciones. ¿Ya preparaste los zapatos y la rosca? ¡Los Reyes Magos están en camino!