El influencer contó que invitó a su familia a terapia para enfrentar sus temores y la respuesta que obtuvo lo sorprendió.
El sábado por la noche, en “PH: Podemos hablar” el influencer cordobés de 31 años Lizardo Ponce, repasó algunos de los momentos más difíciles de su vida. En ese listado se encuentra el proceso personal que transitó desde su adolescencia hasta los 20. Invitó a sus padres a una sesión de terapia para hablar sobre su orientación sexual y contar con la asistencia de su psicóloga durante la charla familiar.
El joven dio un paso al frente para rememorar algunas historias familiares que hayan definido su existencia. “Mis papás siempre me apoyaron, incluso cuando les dije que quería ser periodista. Sabían que no iba a tener un trabajo enseguida al salir de la facultad. Me bancaron sobre todo en eso de aceptarme tal cual soy, que para mí fue lo más importante”, dijo en un comienzo.
Cuando el Andy quiso saber a qué se refería, Lizardo aclaró: “Aceptar que soy gay, que soy homosexual, tiene que ver con la orientación sexual”. Luego profundizó sobre su experiencia: “Considero que es un proceso que uno tiene que vivir, sumamente injusto porque no es algo que vivan todos. A mí me toco atravesarlo y es un proceso donde uno bloquea gestos, bloquea todo porque se siente muy mal. Y yo viví esa etapa oscura de mi vida en la que tuve que resguardarme y estar triste”.
El influencer relató su recuerdo de la cita familiar: “Me resultaba muy difícil tener que sentarme a contar algo que nadie me contó a mí; me daba miedo cómo lo iban a tomar, sabiendo que contaba con todo su amor y su apoyo, pero el miedo estaba”.
“Cuando quedaban cinco minutos me da el pase mi piscóloga: ‘Lizardo les quiere decir algo’. Me acuerdo hasta el día de hoy que ni siquiera me salió la frase en ese momento y les dije: ‘Me gustan otras cosas’”, remató.
El joven reveló que “Lo entendieron mi mamá y mi papá, se largaron a llorar, se emocionaron mucho. Mi papá me dijo unas palabras hermosas que me guardo en el corazón hasta el día de hoy y lo mantengo”.
“Me dijo que no era un tema, que no era nada que me distinga de los demás, que si para alguien eso era un tema esa persona no tenía que estar en mi vida directamente, y que siga mi camino, porque justamente no tiene nada que ver con lo que uno es como persona, y esquivé a la gente que por ahí no iba con lo que soy