En Plaza de Mayo, la Vicepresidenta brindó un duro discurso contra el organismo internacional: “Llegaron al gobierno democráticamente para endeudarnos y tampoco les dio resultados”, sentenció. Además, pidió que la gente salga a la calle cuando tengan que defender sus derechos.
Cristina Kirchner fue la figura central del acto en Plaza de Mayo que organizó el Gobierno por el Día Internacional de los Derechos Humanos y para conmemorar los 38 años del regreso de la democracia y no desaprovechó la oportunidad para brindar un fuerte discurso de alto contenido político con críticas a la oposición y, especialmente, al Fondo Monetario Internacional, el mismo día en que el organismo anunció que las conversaciones con la Argentina para reestructurar la deuda contraída durante la gestión de Macri estaban avanzadas.
“No se va a aprobar ningún plan que no permita la recuperación económica. Es el deber de los argentinos que integran la fuerza política que volvió a la Argentina”, expresó.
En sintonía con esto, la ex presidenta le pidió a Alberto Fernández que incluya en la negociación la posibilidad de pagar parte de la deuda con los dólares argentinos que están en paraísos fiscales: “A la Argentina no le faltan dólares, los dólares de la Argentina se los llevaron afuera. Necesitamos que el FMI nos ayude a recuperar de los paraísos fiscales que se han ido miles y millones de dólares en evasión. Comprométase a que cada dólar que encuentre en el exterior se lo vamos a dar al Fondo, de los que se la llevaron sin pagar impuestos, se la fugaron. Que sea un punto de negociación”.
Pero las críticas hacia el organismo multilateral de crédito no finalizaron allí. La ex mandataria se remontó a la época de Alfonsín y De La Rúa para cuestionar la presencia del Fondo en la Argentina y, al mismo tiempo, lanzar un reproche hacia el radicalismo: “El FMI ha vivido condicionando a la democracia argentina. No es de ahora. Recuerdo cuando Alfonsín asumió la presidencia un 10 de diciembre, como hoy hace 38 años, recibió un país que había quintuplicado su deuda externa, sin reservas en el BCRA, corazonadas militares cada tanto con 30 mil desaparecidos. Y en el año 89, el FMI con presiones y demás, le soltó la mano al gobierno democrático de Alfonsín y no pudo terminar su mandato. No fue la primera vez que lo hizo”.
“En el 2001 también a otro presidente radical el FMI le soltó la mano y vino la crisis del 2001, se deben acordar Lula, con 5 presidentes en dos semanas. Deberían despabilarse un poco porque los dos presidentes radicales que tuvieron se los tumbó el FMI, despabilense”, continuó CFK.
Y completó: ” Pero le soltaban la mano al gobierno naciente de la democracia después del sufrimiento de la democracia, pero al que no se la soltaron fue al que vino después de nosotros, a ese le pusieron toda la tarasca, 57 mil millones de dólares para que pudiera ganar las elecciones. Es hora que nos despabilemos todos los argentinos. A quién le pone la guita el Fondo y para qué se la ponen. E insisten con modelos y políticas que no dieron resultado, que fracasaron, porque lo intentaron hacer durante la dictadura. No había sindicatos, no existían los partidos, no había Congreso ni huelgas. Lo volvieron a hacer sin necesidad de recurrir a un golpe, lograron llegar al gobierno democráticamente para endeudarnos una vez más y tampoco les dio resultados. Pusieron 57 mil millones de dólares para ganar las elecciones y no pudieron torcer la voluntad del pueblo”.
Los libertarios también fueron blanco de las críticas de la Vicepresidenta: “Pudimos ofrecer 12 años de estabilidad e inclusión social, con errores, si, muchos, con equivocaciones también, como dice Pepe, todos somos perfectibles, pero no hay mejor política que el crecimiento, la inclusión social y que decida el pueblo. En épocas en que todos son tan libertarios, que todos quieren vivir en libertad, quiero decirles que en pocas oportunidades la Argentina tuvo la posibilidad de elegir sus políticos de gobierno después de que Néstor le pagó al Fondo, ahora los tenemos otra vez adentro. Notifíquense libertarios que nos van a venir a controlar las cuentas, cuánto ponemos y cuánto sacamos. Es hora de que los argentinos hablemos con propiedad y en base a la experiencia y no lo que permiten 5 o 10 minutos de televisión”.
En el final de su discurso, la ex jefa de Estado volvió a convocar a “un gran acuerdo nacional argentino” y pidió erradicar la economía bimonetaria: “Tenemos que resolver algo que vengo repitiendo hace tiempo y está en mi cabeza desde que era presidenta. Cuando uno va a Brasil, los brasileños no quieren dólares, quieren reales, cuando alguien quiere comprar una casa necesita reales. Acá necesitas dólares y esto es un problema grave. Quiero que todos los argentinos y sobre todo aquellos que tienen responsabilidad institucional nos sentemos en serio. No es un problema de izquierda, derecha o centro. Es estructural”.
Con sucesivas referencias a Lula, “Pepe” Mujica y otros ex presidentes latinoamericanos, Cristina Kirchner recordó sus años como presidenta, destacó varios logros y aprovechó para compararse de forma crítica con la oposición: “Fue un momento único en Latinoamérica de crecimiento, de incorporar millones de ciudadanos a la inclusión social, en generar puestos de trabajo, industria nacional, autonomía nacional para tomar decisiones. Reestructuramos una deuda externa con la mayor quita de capital e intereses que se tenga memoria. Le pagamos al FMI, Lula y Néstor el mismo día. Cuando terminamos luego de 12 años y medio de gobierno en esta misma plaza, hace ayer exactamente seis años, pudimos culminar después de 12 años y medio de gobierno con una plaza que desbordaba”.
“Teníamos el endeudamiento en moneda extranjera más bajo que se recuerda, endeudamiento en moneda extranjera, que no se hagan los giles, esos que van a los canales de televisión a dar números a la bartola, bajamos la deuda en dólares, le pagamos al Fondo, dejamos el salario mínimo en dólares más bajo en Latinoamérica, la jubilación más alta de Latinoamérica, y además, esto no lo digo yo, lo recuerdo de un informe allá a fines de 2012, duplicamos la clase media. El peronismo, le pese a quien le pese, en diez años, del 2002 al 2012, duplicamos la clase media en la Argentina. Por más que algunos lo renieguen, no les guste, huela mal, los peronistas generamos más clase media en la Argentina que nadie, que no me vengan con pavadas”, añadió.
Luego, hizo referencia a los primeros años del gobierno de Macri, pero sin nombrarlo: “Después vino la noche y, Lula, a diferencia de lo que pasaba cuando vos y yo éramos más jóvenes que los gobiernos nacionales y populares eran desalojados por golpes de estado, por militantes, esta vez no vinieron con uniformes y botas, vinieron con togas de jueces y medios hegemónicos para construir imágenes y juzgar no en los juzgados sino primero en los medios. Se condena en los medios y se le pone el sello en la justicia”.
Y prosiguió: “Jueces que nos procesaban en un artículo y en el segundo se declaraban incompetentes. Jueces que se habían declarado incompetentes hacía años y reavivan causas con cosa juzgada para denostar porque ya no era necesario lo que hicieron durante las dictaduras latinoamericanas donde desaparecían a los que pedían un país mejor. No era necesario desaparecer a nadie, torturarlo con la picana, bastaba hacerlo todos los días con tinta en los diarios o micrófonos en la televisión. Y entonces no lograr la desaparición física, sino la desaparición política de los dirigentes. Esas son los nuevos métodos, las nuevas formas de persecución a los dirigentes del campo nacional popular y democrático”.
“No importa. Acá estamos otra vez y, miren, esto no es cuestión de personas: el pueblo siempre vuelve y encuentra los caminos para hacerlo. Puede ser un partido, un dirigente hoy y otro mañana, pero el pueblo siempre vuelve”, cerró la ex mandataria.