Se presentaron sin haber solicitado una captura ni estar imputados. Buscaron desligarse del caso.
El crimen de Fernando Pérez Algaba, el empresario encontrado descuartizado en Ingeniero Budge, es investigado por la Justicia, que desde este miércoles cuenta con conversaciones que tuvo la víctima en las que aseguraba que le debía dinero a una persona mencionada como N.
Ese sujeto resultó ser el hijo de un barrabrava que, sin pedido de captura ni imputación, se presentó con un abogado ante un fiscal para declarar.
“Me amenaza, me putea, me promete la muerte y demás. Bueno, si me pasa algo ya están todos avisados”, era lo que había enviado “Lechuga”, un broker del ambiente del automovilismo, antes de ser asesinado.
Además de N., también declaró su padre, el barrabrava, quien buscaba defender a su hijo y desvincularlos del caso a ambos.
Las capturas de los chats de WhatsApp e Instagram ya fueron incorporados al caso que investiga la UFI Nº 5 de Lomas de Zamora, a cargo de Marcelo Domínguez.
Las inquietantes anotaciones en el celular del empresario
Por otro lado, el empresario juntó las capturas de los chats en un anotador, en el que además realizó una serie de textos inquietantes que ahora son material de investigación.
El texto titulado como “Cuentas”, del 1º de octubre de 2022, a las 13.30, decía: “En principio les pido disculpas a todas las personas que les fallé y no les pude pagar lo que me dieron. Esto empezó como una inversión en criptomonedas y, de a poco, se me fue yendo de las manos. Nada de lo que sucedió fue adrede. En cada nuevo intento para salir adelante siempre estuvo la posibilidad de recuperar lo perdido. Y ahí estuvo el error”.
“En su momento le quise pagar con el Smart y plata y no le sirvió. Hoy está enojado. Me amenaza, me putea, me promete la muerte y demás. Pero se olvida cuando le presté $1000 dólares en Miami y estuvo ocho meses para devolverlos (…) Me prestó $ 40.000 dólares y le pagué 12 meses de interés, o sea, el capital se recuperó”, siguió.
Y agregó: “Ahora me caí y no puede esperar unos meses que me acomode. No. Me llama, me amenaza y demás (…) Bueno, si me pasa algo ya están todos avisados”.