Este sábado tuvo comienzo la ceremonia de beatificación del cardenal Eduardo Francisco Pironio. Esta celebración es presidida por el enviado papal, cardenal Francisco Vérgez Alzaga, quien fue secretario de Pironio desde 1975 a 1998.
A continuación, a cargo de Toni Witwer, postulador de la causa de canonización de Pironio, presentó una breve semblanza del cardenal.
Luego, el cardenal Francisco Vérgez Alzaga dio lectura a la Carta Apostólica en la que el Sumo Pontífice inscribió en el Libro de los Beatos a Pironio.
“Viva la Virgen de Luján, viva el cardenal Pironio, viva la Iglesia”, se escuchó entre los vítores de los fieles durante la misa sumado a distintas plegarias en nombre de Pironio.
El caso por el cual Pironio fue beatificado
La curación extraordinaria reconocida como milagro por el Vaticano sucedió a principios de diciembre de 2006 en Mar del Plata. Según sus padres, gracias a los rezos que le enviaron, Juan Manuel Franco, de 15 meses, salvó su vida. Había ingresado al hospital en graves condiciones luego de haber inhalado purpurina, un polvo extremadamente tóxico que la madre estaba utilizando para un trabajo manual.
Los médicos no les dieron esperanzas a Laura y Mariano Franco, los padres del pequeño, y les dijeron que era imposible que sobrevivieran a ese tipo de intoxicación. “Si saben rezar, recen”, lesdijo.
En ese momento, Laura sacó de entre sus cosas una estampita que le regalaron de Eduardo Pironio, el ex obispo marplatense. Se aferró a ella e imploró con el dolor de madre que teme que el último aliento de su único hijo llegue pronto. Sucedió el milagro.
El miércoles 8 de noviembre pasado se supo que el Papa Francisco había firmado el decreto en el que se aprobó el milagro atribuido al cardenal Eduardo Francisco Pironio y el religioso argentino, fallecido en 1998, fue proclamado beato.