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martes, octubre 8, 2024
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Colapinto la rompió en El Hormiguero: lo vieron 4.660.000 personas

El piloto argentino de Williams en la Fórmula 1 volvió a destacar por su carisma, compartiendo una serie de anécdotas que rápidamente se hicieron virales en las redes sociales.

Franco Colapinto participó en una entrevista en El Hormiguero, uno de los programas más vistos de España, donde se lució con sus ingeniosas respuestas,demostrando el carisma que lo ha posicionado como uno de los pilotos más queridos en la Fórmula 1. Logró 4.660.000 espectadores, destacando que el 20,3% son jóvenes.

El piloto de Williams intentó iniciar la conversación con el conductor Pablo Motos, pero tuvo dificultades para entender una incomodidad física que sentía, la cual finalmente atribuyó a que no había retirado el precinto de seguridad de su pantalón. “¡Todavía tengo el coso puesto!”, explicó entre risas.

En un momento de la entrevista, el conductor le preguntó si era cierto que solía ducharse con su “mono” (el traje de piloto), lo que sorprendió al oriundo de Pilar: “¿Quién fue el hijo de p… que dijo eso? ¡Esa información la tiene poca gente!”.

Colapinto, entre risas, respondió: “Sí… se podría decir. Es complicado lavar un mono porque hay que lavarlo en delicado, y no sabía bien cómo hacerlo. Un día rompí uno en la lavadora, lo metí y no sé si le puse calor, pero se encogió. Ya no me entraba”.

El cuello de Colapinto mide 43cm, ¡justo como su número en la F1!

El cuello de Colapinto mide 43 cm, ¡exactamente como su número en la F1! Durante la entrevista, uno de los temas discutidos fue el grosor del cuello de los pilotos. “Fernando Alonso tiene un cuello impresionante”, afirmó sin dudar el piloto argentino. La organización del programa, al parecer, se preparó para esta ocasión, ya que llevaron un metro para medir el cuello de Colapinto. Para su sorpresa, la medida resultó ser 43 cm, el mismo número que utiliza en su auto de F1: “¡43! 43, mi número, ¡increíble!”.

Sobre el entrenamiento del cuello, fundamental para soportar las intensas fuerzas g que experimentan los pilotos en la Fórmula 1, Colapinto compartió: “Es desagradable, lo menos glamuroso que hay. Usas un dispositivo en la cabeza que te hace parecer un perro con bozal; te tiran y el cuello se ve afectado. Terminas con un dolor cervical que no te permite moverte, y por la noche quedas rígido como Robocop. Después, el cuello se vuelve muy grande, sobresale de las orejas, es incómodo… La gente se pregunta: ‘¿Qué le pasó a este chico en el cuello?’. Pareces más un rugbier que un piloto de Fórmula 1”.

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