Barrio San Francisco otra vez es noticia en menos de una semana por hechos de abuso de arma de fuego. Carlos Silva recibió cuatro tiros el pasado jueves y en la noche del lunes otro joven fue víctima de disparos. Menos de 24 horas antes un muchacho recibió un impacto de bala en el tobillo en Villa Piolín. En los tres casos aún no hubo detenidos.
De la redacción de El Norte
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Los casos de abusos de arma de fuego se vienen repitiendo de manera preocupante en este fin de año. La semana pasada dábamos cuenta de un hecho de sangre en barrio San Francisco cuando un joven recibió cuatro disparos quedando en terapia intensiva y peleando por su vida. A menos de una semana de ese grave incidente, en la noche del lunes, otro muchacho, en esta ocasión por calle Baldrich, entre Davel y Ginés García del mismo barrio, fue víctima de una agresión con arma de fuego debiendo asistir una ambulancia del SAME para socorrerlo. En este caso las lesiones fueron de carácter leves ya que los proyectiles lo rozaron. Según lo aportado por testigos los agresores habrían pasado en una motocicleta y disparado contra el muchacho, desconociéndose la identidad de los mismos.
Lo llamativo de este episodio, que se viene repitiendo en las últimas semanas, es que casi 24 horas antes se reportó otro baleado. En este caso el hecho tuvo lugar a la altura de Vila Piolín, por calle Rivadavia al 1400 aproximadamente, espacio donde ya tuvieron lugar numerosos episodios de violencia.
La víctima fue otro joven de 24 años quien recibió un disparo en el tobillo izquierdo siendo el autor del mismo aparentemente un familiar.
Se iniciaron en ambos casos actuaciones por “Lesiones leves agravadas por el empleo de arma de fuego”.
En los tres casos mencionados, ocurridos en menos de una semana, aun no se produjeron detenciones.
Armas en la ciudad
Las calles de zona oeste desde hace un tiempo se volvieron violentas, especialmente en barrio San Francisco donde hay un mercado de comercialización de estupefacientes que se golpea pero resurge con nuevos nombres y actores. En medio de esas circunstancias se suscitan los hechos de violencia, de ajuste de cuentas, de peleas territoriales siendo comunes los episodios de abusos de armas y amenazas que tienen como rehenes a los vecinos.
También en zona sur, especialmente cerca de las villas de emergencia se están dando episodios violentos entre familias y se repiten los allanamientos en procura de secuestrar armas, lo que parece no tener fin ya que se incautan las famosas “tumberas”, pero las mismas se vuelven a fabricar.