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domingo, octubre 20, 2024
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Científicas del Conicet: mujeres que desafiaron el techo de cristal

CONVERSATORIO - POLÍTICAS DE GÉNERO Y DIVERSIDADES

Compartieron trayectorias y desafíos de presidir organismos de ciencia y tecnología en el marco del 150 aniversario de la creación de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

De la Redacción de EL NORTE
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El techo de cristal remite a la idea de una superficie invisible que actúa de límite para el ascenso de mujeres y disidencias a los puestos de tomas de decisiones, no se trata de limitaciones impuestas por leyes o prohibiciones implícitas; es el resultado de ambientes de trabajo hostiles, de falta de estímulo y reconocimiento, falta de visibilidad de logros, sumado a consideraciones del orden personal, por ejemplo: ¿podré ser capaz yo de hacer eso?, ¿cómo equilibro mi tiempo de trabajo con las responsabilidades de la familia?, ¿me presento a ese concurso? son solo algunas de las preguntas y reflexiones que estuvieron presente en el conversatorio que tuvo lugar en el Centro Cultural de la Ciencia y contó con la participación y exposición de mujeres de ciencia premiadas en Latinoamérica y en el mundo.

El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) participó del conversatorio organizado por la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (ANCEFN) en el marco de su 150 aniversario. Gloria Dubner, vicepresidenta de la Academia e investigadora del Conicet en astrofísica, encabezó el encuentro del que participaron la presidenta del Conicet Ana Franchi, la presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) Adriana Serquis, la secretaria general electa de la Organización Meteorológica Mundial Celeste Saulo y la gerente de proyectos satelitales de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) Josefina Peres.

CUIDADOS, SESGOS Y ESTEREOTIPOS

Entrevistada por la periodista Nora Bär, la presidenta del Conicet Ana Franchi afirmó: “Mujeres y hombres empezamos la carrera científica, la mayoría de las veces, desde el mismo lugar, pero el camino es distinto, siempre está presente el tema de los cuidados de los niños y niñas como de las personas adultas y también se encuentran los sesgos y estereotipos de género en la formación que complejizan los trayectos. La palabra sororidad la hemos practicado desde siempre entre compañeras de estudio, colegas, amigas y familia y son esas redes las que nos sostienen y con las cuales construimos y militamos la licencia por maternidad de las becarias, los jardines y la amplitud de políticas en género y diversidad”.

Celeste Saulo compartió que hace 40 años cuando ella empezó a estudiar no sabía qué era la meteorología, pero su familia la apoyó y eso resultó indispensable. Y en la actualidad, ante la secretaría general de un organismo internacional afirmó: “Aunque no tengo experiencia en diplomacia, en los 150 años de la organización meteorológica mundial también soy la primera mujer, me tocó romper varios techos de cristal, creo que es una cuestión de época y de animarse a transitar nuevos terrenos, pero diciendo lo que no se conoce. La honestidad intelectual es clave para tener apoyo”.

CONSENSOS Y MODELO PATRIARCAL

La presidenta de la CNEA, Adriana Serquis, indicó: “Para muchas mujeres de nuestra generación y más jóvenes, la salida profesional era el magisterio y sí, yo además soy profesora de Enseñanza Primaria, pero de chica también me encantaba hacer experimentos con temas relacionados con la energía y tenía cierta pasión por la matemática y la ciencia aplicada”. Y sostuvo: “Liderar o estar a cargo de un proyecto, de un grupo, de una institución, significa para nosotras responsabilidad y para la mayoría de los hombres significa poder, el poder de decidir y el problema es la expectativa que se genera cuando una quiere tener otro modelo basado en los consensos, por estar a cargo de grandes proyectos en una institución de energía atómica muy verticalista, pero si vale la pena cuando ciertas decisiones se hacen por consenso, tienen una potencia que no la tienen cuando son unilaterales e impuestas con ese mandato del modelo patriarcal”.

Por su parte, Josefina Peres, de la CONAE, compartió que las cicatrices del techo de cristal implican también sentir culpa por una maternidad elegida. “Me voy a quedar afuera de las cosas, era mi temor cuando nacieron mis mellizos y trabajo sobre ese equilibrio todo el tiempo, sobre las elecciones que tomé, me ayudó mucho hacer danza, para equilibrar el mundo masculinizado del trabajo con mi femineidad y mi estilo”.

La ronda de aportes y debates entre mujeres lideresas contó con la participación de científicas destacadas por premios nacionales e internacionales como L´Oreal Unesco y Premio KONEX.

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