26.9 C
San Nicolás de los Arroyos
lunes, noviembre 25, 2024
Edición Diaria
Edición N°

Causa por el femicidio de Florencia Comas: los próximos pasos de la Justicia

AVANCE EN LA INSTRUCCIÓN

La fiscalía que investiga el crimen de Florencia Comas no duda de la autoría de Jonathan Latapie en el hecho y continúa sumando evidencias camino a la prisión preventiva. El acusado se encuentra en calidad de detenido y fue trasladado al Melchor Romero para su resguardo. El próximo 9 de diciembre será traído nuevamente para completar su pericia psiquiátrica.

De la redacción de EL NORTE
[email protected]

La causa por el femicidio de Florencia Comas continúa instruyéndose sin pausa. Mientras se aguardan los resultados de varias pericias importantes, la fiscalía continúa sumando elementos de prueba para pedir la prisión preventiva de Jonathan Gabriel Latapie, quien es, al menos hasta el momento, el único acusado. El hombre se encuentra en calidad de detenido desde el pasado 18 de septiembre. La fiscalía cuenta con el plazo de 30 días desde la aprehensión para solicitar al juez de Garantías la prisión preventiva mientras dure el proceso camino al juicio. Latapie fue trasladado de manera transitoria a la Unidad 34 Melchor Romero de La Plata para su tratamiento y en resguardo de su integridad, ya que habría protagonizado varios intentos de suicidio.

El próximo 9 de diciembre deberá ser traído nuevamente a San Nicolás para someterse a la segunda parte de la pericia psiquiátrica que se realiza a todos los imputados en este tipo de casos en procura de evaluar la comprensión de sus actos al momento del hecho. La primera de ellas se llevó a cabo el pasado 19 de septiembre. En esa oportunidad los peritos profesionales, a la par de estudiar su capacidad de discernimiento al tiempo del acto que lo tiene como imputado, concluyeron que Latapie representa una amenaza para sí mismo y para terceros, por lo que habían aconsejado su traslado a una unidad carcelaria que contara con equipo médico especial. En razón de esto el juez de Garantías, a pedido de la defensora oficial Celina Berterame, ordenó que sea alojado en la UP34 de manera transitoria y con la finalidad de contenerlo.

Cuando sea traído nuevamente para la segunda entrevista, serán tenidos en cuenta los informes elaborados en el Melchor Romero y la evolución que haya presentado. De haber mejorado será nuevamente alojado en la UP3 y, en caso contrario, retornará a la UP34. Respecto de esto los abogados de la madre de Florencia Comas, constituida en ‘particular damnificado’, expresaron a EL NORTE que el lugar adonde fue llevado es un ámbito cerrado, que no va a tener beneficios en cuanto a su restricción de libertad y que ese traslado no afecta la investigación.

“Esto no retrasa el proceso, todo sigue su curso, porque en este momento no se lo necesita para ninguna diligencia probatoria. Donde está ahora Latapie es un régimen cerrado igual al de acá, pero cuentan con un equipo interdisciplinario para su tratamiento. Va a ser traído nuevamente el 9 de diciembre para la segunda entrevista que debe realizar la Asesoría Pericial para evaluar su imputabilidad, es decir, si comprendía la criminalidad de sus actos. Nosotros entendemos que no quedan dudas de que sabía perfectamente lo que hacía. El hecho de esconder el cuerpo, como lo planeó y ocultó, la manera en que se mantuvo lejos del accionar de la Justicia y su conducta posterior no dejan margen de dudas”, expresaron los representantes del particular damnificado, Dres. Carla Rivet y Sergio Cej.

La investigación

Respecto de la investigación, si bien falta recibir algunos resultados de pericias importantes, el fiscal Julio Tanús considera que el hecho está resuelto y que en breve estarían en condiciones de pedir la prisión preventiva para Jonathan Latapie. Se sabe que el acusado nunca declaró incluso a pesar de contar con dos intérpretes de lengua de señas, uno por la acusación y otro por la defensa, y que el celular de la joven nunca apareció. La actividad desplegada por los investigadores fue enorme, reconstruyendo en poco tiempo todo el recorrido del colectivo en el que se vio a la joven por última vez con testimonios y cámaras para reconstruir los pasos anteriores a su desaparición.

Aún quedan por ser incorporados a la causa los resultados de las pruebas de ADN tomadas a las muestras obtenidas en la camioneta de Latapie y en las cuerdas que ataban el cuerpo de la joven, y a las encontradas en los allanamientos del domicilio. Ambas son idénticas, se trata de las típicas cuerdas blancas con puntos negros. También se espera recibir el informe de la extracción de datos del aparato celular del acusado, los registros de llamadas, datos de geolocalización y el informe final de autopsia del cuerpo de Florencia. “Todo elemento probatorio sirve, no hay dudas razonables respecto de la autoría, pero no puede descartarse totalmente que no haya actuado solo, que haya recibido ayuda para ocultar evidencia, sea proveyendo materiales o ayudando a descartar el cuerpo”, señaló el abogado Sergio Cej.

La acusación

Jonathan Gabriel Latapie está formalmente acusado de haber dado muerte a Florencia Comas (ambos pertenecientes a la comunidad de hipoacúsicos) el 12 de septiembre en una casa de calle Belgrano que estaba refaccionando, haber cargado su cuerpo en una camioneta Peugeot 3008 de color gris, propiedad de su familia, y de haber arrojado su cuerpo atado y envuelto en una sábana en inmediaciones de la Planta de Tratamiento de Residuos. El mismo viernes en que se hallara muerta a la joven fue parte de la movilización pidiendo por el esclarecimiento del crimen. Participó portando un cartel con la foto de Florencia y reclamando justicia. Días después fue detenido en inmediaciones del lugar donde se cree que mató a la víctima. Las imágenes de las cámaras obtenidas de los días 12 y 13 de septiembre lo habían registrado encontrándose con Florencia en la plaza Mitre, luego entrando con ella a la propiedad de calle Belgrano desde donde nunca se la vio salir.

La acusación es por homicidio doblemente agravado por alevosía y por mediar violencia de género, una figura que prevé una pena de prisión perpetua, la más alta legal del Código Penal y que, conforme a estos agravantes, de ser condenado le impediría con el paso de los años acceder al beneficio de libertad condicional.