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sábado, noviembre 23, 2024
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Caso Sipper: “El asesino se quiso asegurar la muerte”

LOS TESTIMONIOS DEL CRIMEN

Familiares de Eduardo Sipper y la propietaria del departamento que alquilaba descartaron la teoría de un robo. Dieron algunos detalles que rodearon al crimen, señalaron al presunto autor y describieron a la víctima como un hombre bueno que llegó al barrio buscando tranquilidad.

De la redacción de EL NORTE
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El cuerpo de Eduardo Joaquín Sipper, de 67 años, fue hallado el domingo en medio de un charco de sangre en el departamento que alquilaba en barrio San Martín. La operación de autopsia confirmó los indicios de las primeras pericias. El desenlace fatal se había producido por una herida a la altura del tórax efectuada con un arma blanca que le tocó el corazón, ocasionó una hipovolemia y le provocó la muerte. Conforme a los primeros indicios, Sipper habría sido ultimado en la noche del sábado por al menos una persona con quien, según trascendió, mantuvo una fuerte discusión. En diálogo con EL NORTE, Romina manifestó: “Eduardo era mi suegro y con una mano en el corazón les digo que era una excelente persona, buen padre, abuelo, buen amigo. Estaba siempre con una sonrisa y buscando hacernos reír”. Refiriéndose al hecho, explicó: “Hasta ahora sabemos muy poco sobre lo que pasó. Es muy reciente, estamos enfocados en el dolor por el fallecimiento de Eduardo y en despedirlo. Todavía no pudimos ocuparnos de averiguar mucho, sabemos que habían apresado a algunas personas, pero que después las soltaron”.

“Solo queremos justicia porque él no se merecía lo que le pasó, era un hombre bueno. Respecto del asesino, que quede en manos de Dios, que Dios haga su voluntad. Porque él lo apuñaló, le quitó el celular y cerró la puerta para que no pueda pedir ayuda. Hubo saña. Se quiso asegurar la muerte. Yo estoy segura de que él conocía a sus asesinos, que pudieron ser más de uno y que por eso lo mataron. Le llevaron el teléfono y lo encerraron para que muera y no pueda decir quiénes eran. Eso es lo que creo. Cuando fuimos, después del hecho, la mujer que les alquilaba no pudo decirnos mucho, estaba muy nerviosa, no podía ni hablar, lloraba nomás”, detalló Romina. “Sobre el sospechoso solo sabemos que se llama Emanuel Rodríguez, creo que es oriundo del Chaco y que alquilaba ahí donde vivía mi suegro. No hacía mucho tiempo que se conocían con el presunto atacante, eran vecinos porque ahí hay varios departamentos y este sujeto ocupaba uno al lado de donde vivía Eduardo. Creemos que no se trató de un robo. Mi suegro era un hombre muy humilde que no tenía nada de valor, solo un televisor que se había podido comprar y no se lo llevaron”, indicó.

La víctima

Eduardo tenía cuatro hijos, tres mujeres y un varón. Tenía 16 nietos y una bisnieta. En las últimas horas trascendió a través de un emotivo posteo, en una red social que realizó el mediocampista de Talleres de Córdoba Ulises Ortegoza, que Sipper era su abuelo. En el relato que brindó a este medio, su nuera Romina contó que sus nietos lo amaban porque “era de esos abuelos compinches y juguetones”. Afirmó también que “había nacido en Entre Ríos, en un pueblito que se llama Hasenkamp. Toda su vida trabajó como empleado de la industria, hacía unos años que se había jubilado. Tres de sus hijos viven en San Nicolás y una de las hijas en Sarandí”. Romina reveló también que hacía más o menos dos años que se había ido a vivir a ese departamento porque antes residía en barrio Las Mellizas. “Se mudó para poder estar más tranquilo pensando que iba a ser mejor porque la gente que vivía ahí era gente mayor y que iba a ser un lugar más pacífico. Pero no fue así. Eduardo se había criado en un pueblo y era muy confiado, pensaba que no le iba a pasar nada y que todas las personas eran buenas”, describió Romina.

“Jamás pensamos que esto nos pasaría a nosotros porque somos todos trabajadores, todos los días madrugamos para ganarnos nuestro sueldo y así poder salir adelante. Mi marido, hijo de Eduardo, se levanta a las 5 de la mañana todos los días y trabaja 12 horas, yo también trabajo para poder progresar y ayudar a nuestra familia. Ojalá que se haga justicia, solo eso pedimos, por Eduardo y por sus hijos que no tienen consuelo. Ojalá que la conciencia del asesino le pese, que hable y se entregue. Nos dejaron devastados porque Eduardo tenía una familia que lo quería y que velaba por él. Es para nosotros una pena muy grande”, concluyó Romina, esposa de Lucas, hijo de Eduardo Sipper.

La propietaria

Por su parte, Isabel, la propietaria del departamento que alquilaba Sipper, relató que el presunto asesino no hacía mucho tiempo que vivía en el lugar. Había llegado por su tío que era conocido y alquilaba ahí desde hacía mucho. La mujer refirió a EL NORTE: “Según decía él se estaba recuperando porque era alcohólico, iba a una iglesia para que lo ayudaran. Ese sábado a la noche otro de los vecinos contó que los vio a los dos en la puerta hablando, también dijo que escuchó una discusión. Al día siguiente vino y me preguntó si no lo había visto a Eduardo. Fuimos, llamamos y no contestó, entonces abrí la ventana y vi que estaba tirado en el suelo lleno de sangre. Creemos que el agresor se fue por los techos porque nadie lo vio salir. Esa misma noche, me había ido a golpear la puerta muy tarde porque quería que le venda cerveza, le dije que no y que quería que se vaya”. “No sabemos por dónde salió, nadie lo vio ni lo escuchó cuando se fue”, narró Isabel. Respecto de Eduardo, lo describió como un hombre muy bueno y cumplidor. “Siempre ayudaba, eso te conmueve. Fue terrible encontrarlo muerto. Estoy muy dolida”, concluyó Isabel.

El cuerpo de la víctima fue hallado en las primeras horas de la tarde del pasado domingo por la dueña del departamento que el hombre alquilaba en calle Otero al 1200, en el barrio San Martín de la zona norte. Aunque los investigadores continúan con la incesante tarea de hallar al culpable, aún no hay detenidos. Las sospechas recaerían sobre un sujeto de 25 años que desapareció de los lugares que solía frecuentar.