La Justicia podría dictar la prisión preventiva de Franco “el Rosarino” Neyra y Maximiliano “Pillo” Troche, detenidos en san Pedro por el crimen de Sandra Nouet. La jueza dispone de cinco para tomar la decisión. Los defensores de ambos imputados entienden que no están dadas las condiciones para que los mantengan detenidos.
De la redacción de EL NORTE
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Tuvo lugar este jueves en San Nicolás la audiencia para que el Juzgado de Garantías defina el futuro procesal de Franco “el Rosarino” Neyra y Maximiliano “Pillo” Troche, detenidos por el crimen de Sandra Nouet, ocurrido en San Pedro semanas atrás.
Tras las exposiciones, la jueza María Eugenia Maiztegui se tomará los cinco días de plazo que tiene por ley para tomar una decisión respecto de si los mantiene detenidos con prisión preventiva o los excarcela.
Según reconstruyó el medio sampedrino La Opinión, ambos imputados llegaron a esta instancia acusados de coautores del asesinato de Sandra Nouet, ocurrido el 29 de abril pasado, alrededor de las 20:00, en un domicilio de Sargento Selada al 2500.
Allí, según testigos dos personas a bordo de una moto descerrajaron varios disparos contra la casa, lo que derivó en la muerte de la mujer de 41 años.
Los abogados defensores de los detenidos —en el caso de Neyra, oficial; en el de Troche, particular— plantearon en la audiencia que no hay elementos suficientes para considerarlos como responsables del delito y solicitaron la falta de mérito.
El abogado particular de Pillo Troche se apoyó en el resultado negativo de la pericia sobre el arma secuestrada en el allanamiento en la casa del acusado, que si bien tenía características similares a la utilizada en el hecho, no coincide con los proyectiles hallados en la escena.
El defensor oficial de Neyra, por su parte, destacó que la acusación sobre él está cimentada en testigos de oídas, es decir en personas que dijeron que alguien les dijo que el imputado sería “el Rosarino” que disparó.
La semana que viene el Juzgado de Garantías definirá si mantiene a Neyra y a Troche detenidos con prisión preventiva o los excarcela.
Si como sostienen los defensores, los elementos son insuficientes para mantener la acusación, la investigación deberá profundizar otras hipótesis.
Entre ellas hay una que señala a otra persona apodada “el Rosarino” como el responsable del asesinato y lo vinculan con otros episodios armados relacionados con la venta de drogas.