Según el fiscal, la conducta desplegada por el imputado, Marcos Herrero, encuadra en la figura de falso testimonio reiterado en siete oportunidades. Agravado por haber sido cometido en causa criminal contra los inculpados.
Un fiscal requirió la elevación a juicio por el delito de falso testimonio agravado contra el instructor de canes Marcos Herrero, quien intervino como perito en la causa de la desaparición y posterior muerte de Facundo Astudillo Castro, desaparecido el 30 de abril de 2020. De acuerdo con el fiscal Santiago Ulpiano Martínez, titular de la Fiscalía Federal N° 1 de Bahía Blanca, la conducta desplegada por el imputado encuadra en la figura de falso testimonio reiterado en siete oportunidades. Agravado por haber sido cometido en causa criminal contra los inculpados.
Martínez sostuvo que en esas siete intervenciones el acusado “procuró incorporar a la causa conclusiones mendaces y pruebas plantadas, con el claro objeto de incriminar a los miembros de las fuerzas policiales en la desaparición de Astudillo”. Según el fiscal, el imputado inducía a sus perros a que adoptaran determinados comportamientos para luego impartirle una interpretación incriminante, manifestando que habían hallado olores de Astudillo. El acusado “habría sido quien colocó los elementos de prueba en las escenas rastrilladas (un amuleto en forma de sandía y dos piedras turmalinas). Todo lo cual vulneró gravemente el sistema judicial al ponerse en marcha el andamiaje judicial a fin de investigar y reprimir un delito inexistente”.
Según cita el sitio fiscales.gob.ar, el fiscal explicó que ya de por sí era contradictorio que el imputado hubiera encontrado dos piedras turmalinas, cuando Astudillo Castro solo portaba una como colgante. Asimismo, señaló que en el caso se corroboró que ambas rocas no pertenecían al mismo cristal y que a través de un testimonio se supo que la turmalina que Astudillo Castro llevaba en su collar era de color violeta y no negra. En cuanto al amuleto con forma de sandía, Martínez advirtió que “tres testigos diferentes -muy cercanos a Astudillo Castro. Entre ellos su expareja, con quien convivió- manifestaron no haberlo visto nunca, lo que permite suponer que no lo portaba consigo habitualmente”.
Así, el fiscal sostuvo que el acusado “procuró incorporar a la causa conclusiones mendaces y pruebas plantadas, con el claro objeto de incriminar a los miembros de las fuerzas policiales en la desaparición de Astudillo”. En el requerimiento de elevación a juicio, la fiscalía abordó las siete intervenciones del imputado que presentaron “irregularidades de carácter técnico y científico. Distanciándose de cualquier práctica válida en el campo de la cinotecnia y de la búsqueda de rastros con la ayuda de perros adiestrados”.
El caso Facundo Astudillo Castro
Según recuerda el sitio del Ministerio Público Fiscal, Facundo Astudillo Castro desapareció el 30 de abril de 2020 hasta que su cuerpo apareció en un cangrejal del estuario de Bahía Blanca el 15 de agosto. De acuerdo con las pruebas, el joven salió a dedo desde Pedro Luro hacia Bahía Blanca. Y debía recorrer unos 120 kilómetros para visitar a su exnovia. En el contexto de pandemia; estaba prohibida la circulación en la vía pública, salvo al personal denominado “esencial”.
Astudillo Castro había pasado la noche del 29 de abril en la casa de un amigo y en la mañana del 30, a las 5, inició el viaje a pie por la Ruta 3. Tras recorrer los primeros treinta kilómetros del trayecto, arribó a Mayor Buratovich, donde llegó gracias a un automovilista que lo acercó. El joven tuvo allí su primer encuentro con una autoridad policial, alrededor de las 10. A partir de entonces, la investigación se abre en una serie en incógnitas.
DIB.
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