El martes pasado se realizó en el ITEC la primera audiencia testimonial presencial local del juicio ´Saint Amant IV´, en la que declaró la hija del militante de DD.HH. y dirigente de la UOM Juan Carlos Gómez. En diálogo con EL NORTE, manifestó en relación con los debates por delitos de lesa humanidad: “Me hubiera gustado que estuviera vivo para que vea que se llegó, para su tranquilidad. Pienso que hubiera querido que la gente sepa sobre la historia oscura del país”.
De la Redacción de EL NORTE
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El martes pasado se realizó en el ITEC la primera audiencia testimonial presencial local del juicio ´Saint Amant IV´, por delitos de lesa humanidad en la región. Declararon Carla y Paulo, hijos de Juan Carlos ´Tarucha´ Gómez, su esposa Bibiana Osorio y Alfredo Cecchi, quien fue delegado de la UOM y detenido por más de dos años.
Gómez había sido arrrestado durante la última dictadura. A los 19 años trabajaba en un taller de tornería, acudía a la Escuela Técnica a Nº 2 a estudiar la Tecnicatura en Tornería y, a su vez, trabajaba de manera solidaria en iglesias y comisiones vecinales. A partir del terrorismo de Estado sufrió su persecución. Finalmente, el 4 de junio de 1976 la dictadura se lo llevaría detenido para encarcelarlo convirtiéndose en un “preso político”. Permanecería privado de su libertad ilegalmente durante cinco años, en los cuales sufriría torturas. Finalizó sus días como preso político, demorado en la Unidad Nº 20 del Hospital Borda de la ciudad de La Plata. Juan Carlos ´Tarucha´ Gómez fue militante de derechos humanos y dirigente de la Comisión Interna de la UOM; falleció el 8 de agosto de 2021.
“Ese ´enseguida´ duró cinco años”
“Cuando se lo llevaron ya lo tenían a Paulo y mi mamá estaba embarazada de mí, de poco tiempo. Cuando los militares lo fueron a buscar por donde vivíamos, en calle Bustamante, él estaba jugando con Paulo. Lo encapucharon. A mi mamá le dijeron ‘enseguida se lo traemos, señora’ y ese ´enseguida´ duró cinco años. Ahí empezó la incertidumbre, no sé por cuántos días no supieron dónde estaba. Estuvo en una comisaría, el primer día que se lo llevaron ya lo torturaron.
Luego, un preso común lo reconoció en el penal y así le llegó el dato a mi mamá. Con 19 años vivir todo eso…, era muy joven”, contó y agregó: “Mi mamá hacía costuras y no teníamos tanto contacto con la gente porque tenía miedo. Siempre estuvieron presentes mis abuelos maternos, mis tías abuelas, nuestros apoyos. El miedo de que se la lleven a mi mamá o mis abuelos mismos, que se lo apropien a Paulo…”.
Miedo reciente
Carla contó el recuerdo que tiene de su padre cuando pudo regresar. “Cuando yo tenía cuatro años, me acuerdo de la llegada de él, muy flaco, salió en febrero del 81. Después ya lo recuerdo siendo presidente del barrio. Como dije en la audiencia, era muy bueno, todo era el otro para él, quería la igualdad. Él nunca nos habló mal de los militares, o del indulto, incluso Paulo hizo un año en el Colegio Militar. Era muy creyente, católico”.
“Lo que a mí me interesaría es que se sepa la historia, lo que en verdad pasó. Se llevaban a gente común. Cuando me enteré de que (Victoria) Villarruel iba a ser la candidata a vicepresidenta sentí miedo por mi familia y por mí, y mi mamá tiene miedo. Yo estoy marcada desde que nací.
Después el miedo se me pasó, no le hago mal a nadie, aunque mi papá tampoco le hacía mal a nadie y, sin embargo, estuvo cinco años torturado”, expresó.
“La justicia, aunque lenta, llega”
La hija de Juan Carlos Gómez señaló que le “hubiera gustado que ´Tarucha´ estuviera vivo para que vea que se llegó, para su tranquilidad”. “Como a mí, pienso que hubiera querido que la gente sepa sobre nuestra historia oscura como país, que fue algo real que pasó. Que las películas que vemos tratan sobre personas reales. Llega lenta pero llega, la justicia. Reivindico que con todos los miedos que tenía pudo seguir con sus convicciones, él era feliz siendo ´Tarucha´, ayudando al prójimo. Trabajó activamente en la Comisión de Don Américo, en los festejos por el Día del Niño, en los cimientos de la escuela, en la Agrupación ´Felipe Vallese´. Fueron muchos años de torturas, lo que lo mantuvo fueron sus ganas de ayudar al otro. Tenemos que tener memoria, para que no nos vuelva a pasar”, sostuvo.
“En la audiencia había muchos chicos de la fábrica, que está bueno porque se informan o se interiorizan lo que fue el tema, algunos se veían conmovidos por los testimonios”, notó y concluyó: “No pudieron con sus convicciones, con su corazón. Pensar en el otro, ayudar a la gente, lo hacía sanar. Siempre luchó. Él ganó porque siguió haciendo lo que amaba, esa bondad que tenía por los otros fue única”.