Se trata de los teranósticos, los cuales permiten identificar las células cancerígenas y facilitan la destrucción del tumor con una exposición mínima al tejido sano.
El cáncer de próstata, que representa el 8,7% de todos los diagnósticos oncológicos en hombres, es el más común entre este grupo y, a pesar de su alta prevalencia, los métodos de detección convencionales presentan limitaciones que pueden llevar a diagnósticos tardíos o imprecisos. Ante este desafío, surge una solución prometedora: los teranósticos, una disciplina innovadora que combina diagnóstico y tratamiento en un único enfoque, transformando la forma en que se aborda esta enfermedad.
Los teranósticos permiten identificar las células cancerígenas y facilitan la destrucción del tumor con una exposición mínima al tejido sano. Este enfoque integrado ofrece un recorrido completo del paciente, garantizando una precisión diagnóstica en las intervenciones terapéuticas. Con esta técnica es posible destruir predominantemente las células cancerosas y lograr una reducción del volumen de la enfermedad, aumentando las posibilidades supervivencia de los pacientes.
“Es clave seguir desarrollando tecnologías esenciales para la aplicación del teranóstico, que demostró una gran eficacia en el tratamiento del cáncer de próstata avanzado. Al integrar el diagnóstico y la terapia en un solo proceso, no solo logramos una mayor precisión en la detección de la enfermedad, sino que también proporcionamos tratamientos más eficaces y menos invasivos para los pacientes. Para luchar contra la prevalencia del cáncer, es necesario seguir invirtiendo en soluciones que facilitan la interacción entre especialistas, incluidos los oncólogos, médicos nucleares y físicos”, afirma Edisson Cala, Médico Nuclear y Gerente de Producto de Medicina Nuclear en Siemens Healthineers.
Además de mejorar la efectividad del tratamiento, los teranósticos abren nuevas posibilidades en términos de pronóstico y seguimiento de los pacientes. Al monitorear de forma continua la respuesta del cáncer al tratamiento, es posible ajustar la terapia en tiempo real, evitando procedimientos invasivos y costosos. Esto no solo optimiza los recursos médicos, sino que también mejora la calidad de vida de los pacientes al minimizar los riesgos asociados con tratamientos menos específicos.
El avance de los teranósticos en el abordaje del cáncer de próstata promete transformar la forma en que se trata esta enfermedad. Con el potencial de mejorar tanto el diagnóstico como la eficacia terapéutica, esta tecnología representa un paso crucial hacia un futuro en el que el cáncer pueda ser diagnosticado y tratado de manera más efectiva. Para ello, es fundamental impulsar el desarrollo y la innovación constante, de modo que, en el futuro, el tratamiento del cáncer sea más preciso y menos prevalente.