La campaña fue bautizada como “Ruido Cero, juntos por un Ramallo más tranquilo” y pregona el fin de los escapes libres en el distrito.
Vecinos organizados de Ramallo, cansados de escuchar ruidos molestos provocados por los motociclistas y la inacción municipal, llevan adelante una campaña de recolección de firmas para que las autoridades tomen cartas en el asunto y hagan cumplir las normas que regulan la contaminación sonora.
La campaña fue bautizada como “Ruido Cero, juntos por un Ramallo más tranquilo” y pregona el fin de los escapes libres en el distrito. Si bien hay ordenanzas que regulan su utilización, denuncian la falta de cumplimientos y controles por parte de las autoridades.
Según expresaron, en el partido de Ramallo existen dos ordenanzas que son esenciales para controlar y reducir la contaminación sonora, especialmente la generada por las motos. “¿Cuál es nuestro problema?, tenemos leyes, pero necesitamos que se hagan cumplir”, destacaron.
Se trata de las ordenanzas N° 5047/14 y 5093/14, que establecen el control contra el problema de los ruidos molestos de las motos en nuestro distrito. La primera, identificada como de “Control de Ruidos Molestos en el Transporte”, establece límites de decibelios permitidos para diferentes tipos de vehículos y aplica multas por violaciones a estos límites. Su enfoque principal es proteger la salud y la tranquilidad de los ciudadanos.
La otra ordenanza, de “control de Caños de Escape no Reglamentarios”, refuerza las medidas para abordar el problema de los escapes no reglamentarios en motocicletas, una fuente importante de ruido excesivo en nuestras calles. Autoriza el retiro y la retención de los caños de escape no reglamentarios, imponiendo multas tanto a los infractores como a los talleres que instalan estos escapes.
Ambas están vigentes, pero no se han realizado acciones concretas para controlar y sancionar a los infractores. Ante esta inacción, los vecinos que impulsan esta campaña lanzaron una junta de firmas, para solicitar a las autoridades más compromiso con los controles de convivencia.