Las ventas minoristas pymes cayeron 3,5% en julio frente al mismo mes del año pasado (medidas a precios constantes), mientras que en el caso específico de los alimentos se desplomaron un 6,2%.
Los datos se desprenden de un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). A pesar de la caída de julio, la organización señaló que las ventas minoristas “acumulan un crecimiento de 3,8% en los primeros siete meses del año respecto al mismo período de 2021”.
CAME indicó que en el mes de julio redujeron sus ventas interanuales “cuatro de los seis rubros relevados”. En tanto, a nivel general también cayeron las ventas en la comparación intermensual un 6%.
“En julio, la incertidumbre sobre el futuro de corto plazo, los problemas de abastecimiento y los movimientos atípicos de precios caracterizaron los principales comentarios de los comerciantes relevados”, contó la Confederación en un comunicado de prensa.
Rubro por rubro
Alimentos y Bebidas. Las ventas se desplomaron un 6,2% en la comparación interanual y un 9,3% en la intermensual, medidas a precios reales. “Los empresarios consultados justifican este comportamiento fundamentalmente por la suba de precios”, señalaron desde la CAME.
Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles. Las ventas cayeron un 4,6% en la comparación interanual y un 7,6% intermensual. Los comerciantes del sector comentaron que “se vieron afectados por los faltantes de mercaderías, así como incrementos en los precios de reposición de sus productos”.
Calzado y marroquinería. Las ventas bajaron en julio un 2,5% anual y 6,2% mensual. Es la caída más fuerte del sector desde la recuperación económica de la pos pandemia.
Farmacia y perfumería. Las ventas en el séptimo mes del año crecieron 3,2% interanual, pero bajaron 4,4% en la comparación mensual. “Los negocios consultados destacaron los problemas y demoras que están teniendo para cobrarle a las obras sociales”, indicó la CAME.
Ferretería, materiales eléctricos y materiales de la construcción. Las ventas se incrementaron un 4,8% anual en julio, pero descendieron un 2,1% en la comparación mensual. “Los comercios consultados coincidieron en que se vendió dentro de todo bastante bien, con muchos obstáculos y problemas de abastecimiento de mercadería”, indicaron.
Textil e indumentaria. Las ventas cayeron un 12,7% anual y 4,9% en la comparación mensual. “Fue el rubro de mayor retracción y es el tercer mes consecutivo en que caen las ventas”, detalló la Confederación. Y agregó: “Las tiendas consultadas destacaron que esperan que el cambio de temporada revierta esta tendencia”.
La medición de CAME contó con la participación de un total de 1.087 comercios minoristas del país. La misma se realizó entre el 1 y 5 de agosto.
Primeros seis meses en San Nicolás
Un dato no menor es el crecimiento, mínimo, que tuvo la actividad comercial en el primer semestre del año. No obstante, el temor radica en los próximos meses. Nobleza obliga, si se recorre el centro nicoleño, se puede ver una gran cantidad de comercios abiertos, muy pocos cerrados y otros tanto en liquidación por cierre.
“El escenario político hace que se sobrevalúe la caída de la actividad. En el primer semestre, excepto julio que no tenemos datos, el ritmo de crecimiento era aceptable. Pero la falta de señales claras de la política hace exacerbar la situación económica, ya que no hay un horizonte”, explicó el presidente de la Federación de Comercio local.
En igual sentido, añadió que “la actividad industrial creció realmente bien en el primer semestre, no en la misma medida también creció la actividad comercial, de la pequeña y mediana empresa. Julio está complicado”.
En cuanto a la apertura y cierre constante de los comercios, José Luis Zanini aseveró que “después de la salida de la pandemia, tomar mediciones no es tan sencillo. Antes de la llegada del COVID-19 había una forma de medir, pero el virus trajo sus cosas y ahora es difícil de mensurar”.
En misma sintonía, Baltasar Schubert acotó que “el comercio minorista hoy tiene otra fisonomía que no tenía antes de la pandemia. De alguna manera ha cambiado la dinámica del consumidor y creció, tal vez no de la manera que se esperaba, la venta online. Ahí está el desafío de profesionalizar más el comercio minorista”.