18.2 C
San Nicolás de los Arroyos
miércoles, enero 8, 2025
Edición Diaria
Edición N°

Cámaras de la actividad metalúrgica piden reducir cargas impositivas para competir con productos extranjeros

Metalurgia El sector metalúrgico nuclea a más de 17.000 empresas, que generan más de 350.000 empleos directos y exportaciones por US$11.500 millones anuales.

La Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) y otra decena de entidades de la actividad advirtieron que los productos nacionales soportan una carga impositiva del 32%, más del doble que en Brasil y México. Reclaman una agenda de competitividad para potenciar las ventas.

actividad metalúrgica reducir impositivas ADIMRA productos

De la redacción de EL NORTE
[email protected]

Debido a la apertura de la economía, el sector siderúrgico ya había solicitado al Gobierno nacional que “nivele la cancha”, en una referencia que tiene que ver con la morigeración de cargas impositivas que permitan que los productos nacionales puedan competir en igualdad de condiciones con los provenientes de otros puntos del planeta. Pero el de la producción de acero no es el único sector que hace ese planteo, sino también otro que también es de peso en San Nicolás: el sector siderúrgico.

La Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) y otras diez cámaras sectoriales también levantan la voz –según informó el medio La Nación– para reclamar al Gobierno una rebaja de impuestos que les permita competir en igualdad de condiciones con la producción extranjera, al tiempo que advierten sobre los riesgos que la combinación de la apertura y el dólar barato puede generar sobre el tejido productivo local.

La industria metalúrgica (representada por ADIMRA y cámaras de fabricantes de maquinaria agrícola, autopartistas, productores de tubos, perfiles, línea blanca y construcciones livianas de acero, entre otros) elaboró un estudio en el que describe la situación del sector en términos de presión impositiva en comparación con otros países.

“La experiencia internacional muestra que no hay país del mundo que no tenga una industria fuerte –señala el trabajo en su introducción–. La metalurgia podría sumar US$7400 millones por año a la economía y miles de empleos en la próxima década como aliado de sectores como el petróleo y gas, la energía renovable, la forestoindustria y la minería”.

5,6% del PBI

Hoy, el sector metalúrgico –incluida la industria automotriz– nuclea a más de 17.000 empresas, en su mayoría pymes, que generan más de 350.000 empleos directos y exportaciones por US$11.500 millones anuales, detalla el trabajo. Su aporte representa el 5,6% del PBI.

El segundo eje en el que hace hincapié es la situación que enfrenta la industria producto de la presión impositiva y los déficits estructurales que componen el “costo argentino”. “La Argentina se encuentra en las peores posiciones en los rankings mundiales de competitividad. Esto se explica principalmente por cinco factores: la inestabilidad macroeconómica, la carga impositiva, el costo laboral no salarial, la falta de financiamiento al sector privado y los costos logísticos”, remarca.

Sobre los impuestos, el informe afirma que “los productores metalúrgicos en la Argentina soportan en promedio una carga impositiva del 32% sobre el precio en puerta de fábrica (sin IVA), más del doble que Brasil y México”. Un tercio de esos tributos, sigue, son distorsivos, es decir que se acumulan en la cadena de valor y son prácticamente inexistentes en países comparables (débitos y créditos, ingresos brutos, tasas municipales, sellos, entre otros).

“Desmesurada”

La “presión impositiva desmesurada” es el desafío más urgente que ven los fabriles, quienes en el estudio identificaron cuánta carga soporta cada producto al salir de la fábrica, contra sus competidores brasileños y mexicanos. Por ejemplo: una estructura metálica tiene una presión impositiva del 40%, frente al 18% de un producto de Brasil y un 15% de otro de México. Para un auto o una pick up, la carga tributaria es del 33%, más del doble del 16% que soporta un brasileño y del 15% de uno mexicano. En una sembradora, los números son 33% contra 15% y 19%, respectivamente, y un lavarropa, 29% frente a 15% y 14%.

A esos porcentajes se llega tomando en cuenta que “la Argentina tiene una de las cargas tributarias más altas del mundo, con una estructura impositiva compleja y más de 155 impuestos y tasas”, argumenta el trabajo. El mayor problema corresponde a los considerados impuestos distorsivos, que representan un tercio de esa carga promedio del 32% para la actividad metalúrgica a la salida de fábrica, sin incluir el IVA. Se trata de Ingresos Brutos, impuesto a los débitos/créditos bancarios, impuesto a los sellos y tasas municipales.

Esta distorsión, que no es nueva, causa alarma en el sector fabril por el inminente crecimiento de las importaciones. “El producto importado no paga Ingresos Brutos en toda la cadena como el local”, alertan.