Con temperaturas que rozan los 40 grados en San Nicolás, el Servicio Meteorológico Nacional emitió alerta roja en nuestra región. Para hoy, se pronostica una máxima de 39 grados y una mínima de 25. Los profesionales alertan sobre los riesgos de la exposición de los niños a las elevadas temperaturas. La Dra. Virginia Lucero, especialista en Pediatría, detalló los signos de alarma y cómo estar atentos ante posibles síntomas de deshidratación.
De la Redacción de EL NORTE
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Durante el verano, en días de altas temperaturas como los actuales, la exposición al sol durante las horas pico, entre las 10 de la mañana y las 5 de la tarde, junto con la sudoración excesiva y la insuficiente ingesta de líquidos, puede elevar la temperatura corporal y aumentar el riesgo de deshidratación.
Uno de los grupos más vulnerables ante estas condiciones son los niños pequeños, especialmente los menores de 5 años, y dentro de este grupo, los menores de un año son aún más susceptibles debido a su incapacidad para regular eficientemente su temperatura corporal. También es importante destacar que las personas mayores de 65 años están en alto riesgo de sufrir los efectos del calor extremo.
Cuando el servicio meteorológico emite una alerta naranja o roja por calor, el riesgo se extiende a todas las personas, pero los niños y los ancianos son los más vulnerables.
EL NORTE consultó a la Dra. Virginia Lucero, especialista en Pediatría (MP 64.356), quien brindó algunas sugerencias acerca de los cuidados que hay que tener ante la ola de calor que estamos padeciendo, en especial, con los más pequeños de la familia.
Prevención
“Es fundamental mantener una adecuada hidratación con agua potable, priorizando este tipo de líquido sobre jugos naturales u otras bebidas. Se desaconseja el consumo de refrescos azucarados o bebidas con cafeína, ya que no contribuyen a una correcta hidratación”, marcó la entrevistada.
En los niños la necesidad corporal de líquidos en forma diaria es mayor, ya que pierden mucha agua a través del sudor, por lo tanto, hay que ofrecerla con mayor frecuencia, aunque ellos no lo pidan y así evitar la deshidratación. En los bebés menores de 6 meses, alimentados a pecho o formula, en ningún caso se le debe ofrecer agua, en los lactantes se recomienda aumentar el amamantamiento; de esta manera queda garantizado un buen aporte de líquido.
Por otra parte, es aconsejable mantener a los niños en espacios frescos y aireados, nunca dejarlos en lugares que no cuenten con ventilación o autos que se encuentren estacionados y cerrados.
La actividad física debe ser tranquila. La vestimenta clara y holgada, también pueden utilizarse remeras o mallas con protección solar contra radiación ultravioleta (UV), siendo importante la colocación de gorras o viseras.
Durante el verano, también aumenta la incidencia de cuadros de gastroenteritis virales y bacterianas, facilitados por el consumo de agua y alimentos contaminados, por lo tanto, se aconseja una dieta ligera; alimentos livianos y saludables. También es importante mantener la cadena de frío de los productos.
Dentro de las recomendaciones, la pediatra aconsejó “bañar o mojar a los pequeños de manera frecuente, evitar que se expongan al sol en forma directa, en las horas de mayor riesgo (entre las 10 de la mañana y 4 de la tarde)”. Al tiempo que marcó como “indispensable” la utilización de protector solar. “En bebés de seis meses se renueva cada 6 horas, de amplio espectro (factor 30 o más) que se coloca veinte minutos antes de exponerse al sol y se va renovando cada dos o tres horas”, comentó.
Síntomas de golpe de calor
Los indicios a tener en cuenta para identificar si se está ante la presencia de un golpe de calor son:
- Dolores de cabeza, mareos; pueden aparecer desmayos.
- Desgano, transpiración excesiva, piel enrojecida y caliente.
- Disminución de orina.
- Signos de deshidratación: sequedad en los labios, boca y lengua.
- Nauseas y vómitos.
- Falta de apetito y sed intensa.
- Temperatura corporal alta.
Situación frente a la cual es necesario ofrecer agua segura; trasladar al niño a un lugar ventilado, sacarle la ropa, refrescarlo con agua; en caso de tener la temperatura corporal alta no se recomienda ofrecer antitérmicos, en este caso, lo indicado es trasladar al niño a un lugar fresco y seguro, y llevarlo a la consulta pediatra que dispongan para evaluar su estado de hidratación.
Finalmente, la especialista sostuvo que aquellos niños que, independientemente de la edad, padezcan patologías renales o cardiacas, también niños que padezcan desnutrición u obesidad, o que transiten cuadros de diarrea aguda o fiebre por algún otro motivo, también son más susceptibles de sufrir golpes de calor.