Los novios del casamiento, Esteban Rocha, alias “Pinky”, y Brisa Leguizamón, fueron detenidos este domingo por orden de la Justicia Federal. La joven debería haber estado en su casa el día de su boda, ya que está procesada en una causa por narcotráfico en San Nicolás, donde la beneficiaron con prisión domiciliaria porque tiene dos hijas pequeñas.
De la redacción de El Norte
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Hay varios misterios que rodean al brutal triple crimen que ocurrió este sábado a la madrugada, después de un casamiento, donde había varios referentes del narcotráfico y la mafia rosarina en Ibarlucea, en las afueras de Rosario, donde una pareja y su beba de un año fueron ejecutados por sicarios.
Los novios del casamiento, Esteban Rocha, alias “Pinky”, y Brisa Leguizamón, fueron detenidos este domingo por orden de la Justicia Federal. La joven debería haber estado en su casa el día de su boda, en Rueda al 200 bis, que fue allanada un día después de la masacre. Está procesada en una causa por narcotráfico en San Nicolás, donde la beneficiaron con prisión domiciliaria porque tiene dos hijas pequeñas. En el caso de Rocha, su situación era diferente porque había sido excarcelado el año pasado por la Cámara de Casación Penal, en una causa por venta de drogas, en contraposición al Tribunal de Alzada de Rosario que había ordenado que fuera detenido.
La pareja tiene causas abiertas por narcotráfico. Ambos estaban ligados a Olga Medina, alias “Tata”, una narco de 54 años, que dominaba el norte de Rosario y fue condenada en 2020 a cuatro años de cárcel.
La fastuosa fiesta que se realizó en Campos de Ibarlucea reunió a una especie de selección de la mafia rosarina, ligada al líder de Los Monos Ariel Cantero, preso en el penal de Marcos Paz.
La relación entre Rocha y Cantero es muy cercana. Las dos hijas del líder narco estaban en la fiesta, junto con su cuñada Cielo Barrios. Su pareja Vanesa Barrios está con prisión domiciliaria, igual que su madre Celestina Contreras. Brisa, la novia, es la hermana de Brenda Leguizamón, conocida como “La Diabla”, una joven que lució un vestido amarillo en la fiesta que destacaba sus tatuajes, y tiene causas abiertas en la Justicia Federal de San Nicolás, según apuntaron las fuentes. Giménez, el conductor del Audi, era oriundo de Villa Banana, uno de los lugares más pobres de Rosario, pero donde los búnkeres de drogas proliferaron durante mucho tiempo. A este hombre de 30 años se lo vinculó en un tiempo a Esteban Alvarado, uno de los narcos que disputa con Los Monos el control territorial para los negocios mafiosos. Pero las lealtades son frágiles en este ambiente. Actualmente, según la información de calle de la policía, se lo veía cercano a este sector de Los Monos, donde había buscado protección. Una versión que circuló con fuerza durante las últimas horas es que Giménez habría “perdido” un cargamento de 200 kilos de droga en 2019, cuando estaba en las filas de Alvarado. Y que el triple crimen tendría que ver con una venganza por ese negocio malogrado.
Homicidio
El cuerpo de Érica Romero fue encontrado calcinado en el interior del Audi TT en el que viajaba la familia cuando fue acribillada.
Romero iba en el Audi TT cuando salieron a las 4.30 de la madrugada. Iván Maximiliano Giménez, de 30 años, manejaba el auto, y detrás en una sillita iba la niña. Lo que reconstruyó la policía es que cuando esta familia salió de Campos de Ibarlucea, donde se realizó el casamiento, tomó por la ruta 34 S hacia el este, rumbo a la autopista para ir a Rosario, y sufrió una emboscada. En el kilómetro 5 de la ruta, una camioneta VW Amarok blanca los interceptó y comenzaron a dispararle. Giménez, según la reconstrucción de los investigadores, fue herido de 13 disparos. Su hija, que iba detrás, recibió seis tiros, uno de ellos en la cabeza. Y no se sabe por ahora nada de Érica Romero, la pareja de Giménez, si fue herida o murió en el ataque. A pesar de las heridas, Giménez hizo una maniobra arriesgada y trató de retornar a Campo Ibarlucea, a pedir ayuda. Las fuentes de la investigación apuntaron que por los testimonios que fueron recolectando, el Audi cayó a una zanja al lado de la banquina. Ismael R., un hombre de 30 años, invitado a la fiesta, cargó a Giménez y a la beba en una camioneta Amarok gris y los llevó al hospital Eva Perón, en Granadero Baigorria, que es el más cercano de esa zona. Cuando llegaron, Giménez y la niña estaban muertos.