El argentino, campeón superwelter OMB, enfrentará hoy en pelea unificatoria al estadounidense Charlo, monarca AMB, CMB y FIB de la categoría, en un combate que lo puede consagrar como el primer latinoamericano en ostentar las cuatro coronas en la misma división.
El combate se realizará en el AT&T Center en San Antonio, Texas, el mismo escenario en el que Emanuel Ginóbili se alzó con los Spurs con cuatro anillos de la NBA y será televisada desde las 20.00 por las señales de cable TyC Sports, ESPN y TyC Sports Play en forma online.
La topada es la más importante para el boxeo argentino de los últimos años, a la misma altura de los dos combates de Marcos “El Chino” Maidana en 2014 con esa mega estrella que fue y es Floyd Mayweather.
Y es la más importante en muchos años porque Castaño podría lograr las cuatro coronas, algo que todavía no consiguió Canelo Alvarez, el boxeador top del momento, y también por la jerarquía de su rival.
Castaño se alzó con el título interino superwelter en noviembre de 2016 al noquear en seis rounds al puertorriqueño Emanuel De Jesús en González Catán y la defendió en Francia ante los locales Michel Soro y Cedric Vitu, y ya como campeón regular igualó en Nueva York con el cubano Erislandy Lara.
Renunció a la corona en 2019 y la recuperó el 13 de febrero de este año superando claramente por puntos al brasileño Patrick Teixeira, en el Fantasy Springs Resort Casino de Indio, estado de California.
Castaño se preparó largamente para esta pelea y comenzó una concentración en Los Ángeles a fines de abril, dos días después de su casamiento. La de hoy es la pelea que soñó desde pequeño cuando miraba las peleas de su padre y asistente Carlos, boxeador profesional en los ’90.
El pugilista nacido en Isidro Casanova hace 31 años, simpatizante de Almirante Brown, con 189 peleas de amateur (solo 5 derrotas y 5 empates) y un record profesional de 17 victorias (12 ko) en otras tantas peleas, llega a este combate en magníficas condiciones físicas y mentales. Tiene claro quién es el rival y cuáles son sus chances.
El “va a ser una guerra, no los voy a defraudar” que dejó ayer como título en la conferencia de prensa dan pistas de que no lo intimida la envergadura del combate y de que confía en sus chances de victoria. Y no se equivoca porque tiene la suficiente fortaleza para sostener sus palabras.
Charlo, también de 31 años, nacido en Richmond, Texas, y residente en Houston, es uno de los boxeadores que apadrina Floyd Mayweather, al igual que su hermano gemelo Jermall, actual monarca mediano CMB.
Ganó la corona CMB de la categoría en mayo de 2016 noqueando en ocho rounds a John Jackson y lo defendió con éxito ante Charles Hatley, Erickson Lubin y Austin Trout, pero lo perdió en diciembre de 2018 ante su compatriota Tony Harrison, en decisión unánime.
Recuperó el título CMB en diciembre de 2019 ante el mismo Harrison, a quien noqueó en 11 rounds y agregó los cinturones AMB y FIB noqueando en ocho vueltas al dominicano Jeison Rosario en Uncasville.
Charlo, favorito en las apuestas, tiene una foja de 34 victorias (18 ko) y 1 derrota, y es nueve centímetros más alto que el argentino, lo que le da más alcance y por lo que seguramente tratará de pelear en la media y larga distancia.
El árbitro del combate será el panameño Héctor Afú y los jurados serán los estadounidenses Tim Cheatham (de Nevada) y Steve Weisfeld (de Nueva Jersey), y el puertorriqueño Nelson Vázquez.
Ayer Castaño y Charlo cumplieron con éxito el pesaje obligatorio, en una ceremonia tumultuosa con gritos y empujones de parte de los equipos de los protagonistas.
Castaño registró un peso de 153.25 libras (69,513 kilos), en tanto que Charlo marcó en la balanza 153 libras (69,399), ambos por debajo del tope de los superwelters que es de 154 libras (69,853).
El manager de Castaño, Sebastián Contursi, se cruzó a gritos con integrantes del equipo de Charlo y debieron ser separados ante un amago de la agresión, en tanto el equipo argentino golpeaban bombos en un típico show, propio de este tipo de peleas. El pesaje se realizó en el Solana Ballroom del Riverwalk.