El experimentado defensor central, estuvo en la mira del Consejo de Fútbol durante este mercado de pases, redujo sus pretensiones económicas y solo restan detalles para que se convierta en nuevo refuerzo de Demichelis
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Juan Román Riquelme soñaba con ver a Sergio Ramos vistiendo la camiseta de Boca. Consciente de que el defensor español estaba en libertad de acción desde mayo y en busca de un nuevo desafío para su exitosa carrera, el Consejo de Fútbol Xeneize tomó la iniciativa y se contactó con él para intentar sumarlo como refuerzo. Sin embargo, Ramos declinó la propuesta, dejando en claro que no tenía intenciones de radicarse en Argentina.
Tras rechazar a Boca, el ex Real Madrid recibió el llamado de Rayados de Monterrey, que busca convertirlo en la gran incorporación de la Liga MX, una competencia que recientemente sumó figuras como James Rodríguez (León) y Luka Romero (Cruz Azul).
Si bien en un principio su llegada parecía improbable debido a las altas exigencias económicas, con el correr de las negociaciones las diferencias fueron disminuyendo y hoy su desembarco en el equipo dirigido por Martín Demichelis es prácticamente un hecho. Así, Ramos se prepara para afrontar un nuevo desafío en el fútbol mexicano y, de paso, enfrentar a River en el próximo Mundial de Clubes.