Los concejales comenzarán esta semana a analizar el pedido de actualización de tarifas presentado por Vercelli Hnos. Por el momento no se convocó a los directivos de la prestataria, paso previo a que el tema se debata en el recinto. Mientras tanto, la empresa no pudo pagar el medio aguinaldo por no contar con los recursos que debe destinar el Gobierno. Todavía la UTA no formaliza medidas de acción directa.
De la redacción de EL NORTE
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Los concejales que integran la comisión de Obras y Servicios Públicos comenzarán a analizar esta semana el pedido de actualización del cuadro tarifario que presentara la empresa Vercelli Hnos. el pasado 26 de mayo. A poco de cumplirse un mes de la solicitud, el Concejo Deliberante aún no ha convocado a los directivos de la prestataria, y se dilata el tratamiento del tema en el recinto. El aumento del boleto no estará en el Orden del día de la sesión ordinaria que se celebrará el jueves puesto que no tiene despacho de comisión. Sólo podría colarse en la sesión a través del tratamiento sobre tablas, algo que requiere la aprobación de dos tercios del cuerpo. El oficialismo no tiene los votos necesarios para incluirlo sobre tablas, ni tampoco la decisión tomada en torno al porcentual de incremento que se concederá.
Mientras tanto, los choferes de Vercelli Hnos. no han cobrado el primer medio aguinaldo del 2022. La empresa que presta el servicio, como otras del interior del país, ya habían advertido que en caso de no recibir los subsidios comprometidos no se iba a poder cumplir con la obligación del pago de aguinaldo, cuyo plazo límite era el 20. Fuentes de la empresa confiaron a este diario que con las actuales condiciones tampoco podrán hacerlo en los próximos días.
Esto no sorprende puesto que el titular de la Fatap, Gerardo Ingaramo, había advertido la semana pasada sobre un “serio conflicto” en el sector para dentro de 10 ó 15 días. “Directamente, no podremos pagar sueldos y aguinaldos, que insumen para todo el interior 11 mil millones de pesos. Recibiremos entre Nación y las provincias, con suerte, unos 6 mil millones. Y sólo hablamos de pagar salarios. No hablamos de invertir, de comprar unidades para mejorar el servicio”, remarcó el titular de Fatap.
“La semana que viene nos reuniremos con UTA (el gremio de los choferes) a nivel nacional y con el Ministerio de Transporte de Nación, pero no sé qué pasará. Nos deben los aportes de junio y en algunos casos de mayo y hasta de abril. Esto es una gran desilusión porque no se le da importancia al tema. No zafamos de un conflicto serio en los próximos diez o quince días“, subrayó Ingaramo.
Horizonte oscuro
Las declaraciones del secretario de Transporte de la Nación sobre que los fondos para subsidios podrían acabarse en agosto generan preocupación en las provincias.
Si hasta discutir que el 85 por ciento de los subsidios quedan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) carece ya de sentido, tanto como el detalle de que si el pasaje subiera un 40 por ciento en esa zona llegaría a la friolera de 25 pesos, un chiste nacional si se considera que el resto del país paga cuanto menos el doble.
Con dinero genuino o recién emitido sin respaldo se insiste en subsidiar a empresas cuyos números nadie conoce, a caballo de un sistema lleno de agujeros, en lugar de hacer llegar la asistencia al consumidor, lo que evitaría derroches varios y desvíos presumibles.
Al mismo tiempo, se elude la cuestión de fondo, como lo es el rediseño de todo el sistema. Tarea que cada administración esquiva de manera sistemática y cuidadosa, por la presión de las pinzas inclementes de gremios de empresarios y de trabajadores. Mientras tanto, la sistematización del boleto –y sus costos–, que podría implementarse con la nacionalización de la tarjeta Sube, sigue pendiente. Una demora que sólo se explica por la resistencia de muchos de los implicados. Es que la opacidad paga.