La dirigencia del Xeneize no perdió el tiempo después del partido con Belgrano y rápidamente llamó al técnico que ya tuvo un paso por la institución. ¿El problema principal? Está dirigiendo en Arabia Saudita.
Pese a que los nombres de Guillermo Barros Schelotto y Fernando Gago son los que retumban con más fuerza como candidatos para ser el nuevo entrenador de Boca luego de la renuncia de Diego Martínez, la información de último momento es que la dirigencia del Xeneize se comunicó con otro DT para conocer su situación y ofrecerle el cargo: se trata de Rodolfo Arruabarrena.
A la espera de que por la tarde se ponga en marcha el tercer interinato de Mariano Herrón al frente del plantel profesional, el Consejo de Fútbol se movió rápido y levantó el teléfono para adentrarse en el presente de un vanagloriado exjugador del club que además ya sabe lo que es ponerse el buzo de técnico azul y oro.
¿El principal problema? Que hace apenas un poco más de dos meses el Vasco asumió en Al-Taawon FC de Arabia Saudita por el lapso de un año, después de lo que fue su paso por la Selección de Emiratos Árabes Unidos. Es decir, está con trabajo y eso siempre significa una complicación, más allá de que en el pasado el histórico lateral izquierdo confesó que le encantaría volver a dirigir a Boca.
“Tengo un sentido de pertenencia y obviamente que me gustaría volver a dirigir”, expresó Arruabarrena allí por 2021, sin dudar, en una entrevista con TNT Sports. De todas formas, reconoció que cometió errores “tanto en lo táctico como en lo futbolístico” durante su ciclo entre 2014 y 2016.
Cómo le fue a Arruabarrena como entrenador de Boca
Entre agosto de 2014 y febrero de 2016, el Vasco dirigió a Boca en un total de 75 partidos, logrando un saldo de 47 victorias, 13 empates y 15 derrotas. En su año y medio al frente del equipo durante la gestión de Daniel Angelici, tuvo como puntos más altos la obtención de dos títulos: el Campeonato de Primera División 2015 y la Copa Argentina.
Asimismo, fue el entrenador con mejor porcentaje del último tiempo, contabilizando un efectividad del 68%, pero quedó marcado por las eliminaciones con River en la Copa Sudamericana 2014 y la Copa Libertadores 2015 en el recordado episodio del gas pimienta.