Estados Unidos, la ONU, Gran Bretaña y Polonia, entre otros países manifestaron su repudio por el ataque que dejó siete muertos.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, criticó duramente este martes a Israel, al aseverar que “no hizo lo suficiente” para proteger a los trabajadores humanitarios en la Franja de Gaza, luego del ataque la víspera en el que murieron siete de ellos.
Biden se declaró “indignado y con el corazón destrozado” por la muerte de los colaboradores de la ONG World Central Kitchen.
El mandatario sostuvo que el trabajo humanitario en ese territorio palestino ha sido muy difícil “porque Israel no ha hecho lo suficiente para proteger a quienes intentan repartir la ayuda que los civiles necesitan desesperadamente”.
Estados Unidos, principal aliado de Israel, exigió una investigación “rápida e imparcial” sobre lo sucedido, indicó el secretario de Estado, Antony Blinken.
La Casa Blanca se dijo “indignada” e indicó que transmitirá “un mensaje claro a Israel de que los cooperantes deben ser protegidos”.
El gobierno británico convocó al embajador israelí para expresar su “condena inequívoca” de lo ocurrido. En Polonia, el viceministro de Relaciones Exteriores, Andrzej Szejna, dijo que Israel debería “indemnizar” a las familias de las víctimas.
La muerte de colaboradores de la ONG World Central Kitchen en un ataque israelí en Gaza muestra el “desprecio” por la seguridad de los trabajadores humanitarios en la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás, denunció el portavoz del secretario general la ONU.
“La multiplicación de tales acontecimientos es el resultado inevitable de la forma en que se lleva a cabo actualmente esta guerra”, en la cual se percibe un “desprecio por el derecho internacional humanitario y un desprecio por la protección de los trabajadores humanitarios”, denunció Stéphane Dujarric, al repudiar la muerte de “todos los empleados” dedicados a brindar ayudar a la población.
La muerte de los siete miembros de World Central Kitchen “lleva a 196 el número total de trabajadores humanitarios muertos en este conflicto, de los cuales más de 175 eran de la ONU”, lamentó el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, durante un discurso ante la Asamblea General del organismo.
“Es inaceptable. Pero es el resultado inevitable de la forma en que se libra la guerra”, insistió Guterres, repitiendo su exhorto a un alto el fuego inmediato, la liberación de los rehenes en manos de Hamás y la entrada de ayuda humanitaria en Gaza.
Con Gaza amenazada por la hambruna, World Central Kitchen anunció el martes la suspensión de sus actividades en la región después de la muerte de sus colaboradores.
Naciones Unidas y otros grupos internacionales han acusado a Israel de obstaculizar la distribución de ayuda con obstáculos burocráticos y de no garantizar la seguridad de los convoyes de alimentos, como lo puso de manifiesto el desastre del 29 de febrero, en el que unas 100 personas murieron mientras esperaban una entrega de ayuda.
Hamás, el grupo que gobierna en Gaza, ha dicho que el principal problema con la distribución de ayuda son los ataques israelíes a los trabajadores humanitarios. Después del último incidente, emitió un comunicado diciendo que el objetivo había sido aterrorizar a los trabajadores de las agencias humanitarias internacionales, disuadiéndolos de sus misiones.
La Franja de Gaza, confrontada a una ofensiva aérea y terrestre y a un férreo bloqueo israelí, vive una grave situación humanitaria, con sus 2,4 millones de habitantes en riesgo de hambruna, según la ONU.
Mientras tanto Israel asumió la responsabilidad de un bombardeo que la víspera mató a siete trabajadores humanitarios que distribuían ayuda alimentaria en la asediada Franja de Gaza, y admitió que se trató de un “grave error” que promete investigar.
La organización World Central Kitchen (WCK) del chef hispano-estadounidense José Andrés, para la cual trabajaban las víctimas del bombardeo, anunció la suspensión de sus acciones en el territorio palestino.
Las víctimas eran originarias “de Australia, Polonia, Reino Unido, uno con doble nacionalidad de Estados Unidos y Canadá, y Palestina”, detalló WCK, una de las pocas oenegés aún presentes en Gaza tras casi seis meses de guerra entre Israel y el movimiento islamista Hamás.
“Lastimosamente ayer se produjo un trágico incidente, nuestras fuerzas golpearon de forma no intencional a inocentes en la Franja de Gaza”, declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
“Son cosas que suceden en una guerra (…), estamos en contacto con los gobiernos y haremos todo lo posible para que no se vuelva a producir”, añadió.
Por su parte, el jefe de las Fuerzas de Defensa Israelíes, general Herzi Halevi, reconoció el miércoles que se trató de “un grave error”.
“Fue un error que se produjo tras una identificación errónea durante la noche, durante una guerra, en condiciones muy complejas. Esto no debería haber sucedido”, agregó Halevi.