La entidad de calle Pellegrini recibe un nuevo aniversario con importantes obras que le han renovado la cara a la sede social. Nuevos espacios cubiertos para que los socios puedan reunirse y aprovechar durante todo el año. “Apostamos a realizar obras en la sede y salió bien; hay una gran respuesta de la gente”, comentó Ezequiel Parodi, presidente del club.
De la redacción de EL NORTE
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El club Belgrano cumple hoy 95 años de vida, y planea hacerlo volviendo a las reuniones y festejos, esos que durante dos años no pudieron llevarse a cabo a causa de la pandemia, y que tanto se extrañaron. El Rojo tiene mucho por celebrar a nivel institucional. Hoy su sede de calle Pellegrini luce mejor que nunca, con nuevos espacios para los socios, comodidades y también obras que incluyen el aspecto de una fachada que se muestra más roja y amarilla que nunca.
“Estamos en un año con muchísimo movimiento, trabajando a pleno con todas las disciplinas”, expresó el presidente Ezequiel Parodi, que ayer mismo renovó su mandato hasta fines de 2023. “En el verano no tuvimos la asistencia de gente que esperábamos en el camping, pero sí se hizo una muy buena venta de temporada. Creo que lo de la asistencia tuvo que ver un poco con viajes de vacaciones y también la pandemia, porque en el verano hubo un brote y la gente se cuidó. Por eso en el camping hicimos pocas obras este año y apostamos más a la sede”, explicó el dirigente, y puntualizó: “Trabajamos principalmente en dos obras, que fueron la ampliación del sintético y mejorar los quinchos de atrás; y a la vez hacer el quincho de adelante”.
“La ampliación del sintético tiene que ver con una cuestión netamente deportiva, porque nos estaba quedando muy chico el espacio para el fútbol infantil, el hockey y el rugby formativo”, explicó Parodi. Esa canchita que se ubica detrás del natatorio duplicó su espacio. “Por otro lado a nivel social hacía rato que veníamos estudiando la posibilidad de hacer algo adelante, unificando un poco el playón con la cantina y creando un lindo lugar para el socio. Estamos sorprendidos con la demanda y el uso que está teniendo el nuevo quincho y ese monte que todavía el clima no te ayuda para usar el exterior, pero en septiembre u octubre ya se va a notar muchísimo”. Esta última obra ha cambiado la fisonomía de la sede. Desde calle Pellegrini ya pueden observarse las mesas que copan el playón del frente, que se extienden desde la cantina hasta el nuevo quincho, equipado con parrillas, hornos, lavatorios y un espacio cerrado para albergar a más de 50 comensales.
“Necesitábamos infraestructura de este tipo para que las subcomisiones se financien, que puedan armar esas comidas y polladas que tanto alimentan su economía, y por otro lado un espacio social que el club no tenía, porque es la realidad: o comías en la cantina o en los quinchos chiquitos de atrás, o te ibas al camping al aire libre, no tenías un lugar para reunir 30 o 40 personas en simultáneo. Es un espacio lindo que queda para explotarlo y la apuesta salió bien”, señaló Parodi
“Ahora estamos terminando lo que es el ingreso a la escuela por calle Roca, que creo que en un mes va a estar totalmente operativo. Ese ingreso era otra cosa que no estaba linda en el club y había que cambiar”, avisó luego. La escuela tiene una matrícula completa que va desde el jardín de 4 años hasta el secundario.
A futuro
“Pensamos en la construcción de un gimnasio en calle Roca, que es la siguiente idea, y reprogramar un poquito la imagen exterior, lo que es el frente viejo del club, además de algo de remodelación a nivel cocinas en la cantina, algo a nivel de vestuarios y baños… tenemos cuatro o cinco obras por delante en la sede como para terminar de darle la funcionalidad que nosotros necesitamos. Estamos trabajándolo desde las necesidades que van surgiendo”, contó después Parodi.
En cuanto al camping, el dirigente adelantó que “el mes que viene estaremos arrancando con dos obras importantes de cara al verano: una que tiene que ver con la casona, y una ampliación de los vestuarios bastante grande. Esas dos obras ya las tenemos prácticamente cerradas, están trabajando los arquitectos como para poder arrancar dentro de 30 días aproximadamente”.
Ezequiel Parodi asumió en el máximo cargo en enero de 2018, y este fin de semana renovó por un mandato más hasta fines de 2023. “Yo planteé que una condición para continuar era que me ‘den el gusto’ de ir por acá, con dos o tres obritas en la sede, y todos me acompañaron. Por eso asumí el compromiso de seguir un mandato más”, dijo, a la vez que expresó: “En lo personal es algo muy gratificante. Realmente uno se para más al costado para ver cómo va avanzando el club, cómo va mejorando, y uno se pone muy orgulloso y disfruta mucho de eso. Uno tiene que aprender a disfrutar, que es lo más difícil para un dirigente. Es muy difícil correrse un poquito y ver qué se consiguió, qué se logró. Uno está metido en el día a día y muchas veces no ve todo eso; es importante correrse y verlo. Lo hemos charlado con los chicos de Comisión Directiva y no imaginamos nunca tener el club que hoy tenemos, con este crecimiento y apuntando a seguir progresando. Las conversaciones son siempre para crecer, para mejorar, para que vengan más socios”.
Hoy el club cuenta con casi cinco mil socios y una enorme cantidad de deportistas que llevan la bandera roja y amarilla a lo más alto. “Hoy contamos con mucha más gente que elige estar en el club y sumar, entonces es más fácil conseguir gente para trabajar. Estamos contentos con el desarrollo de las bases, es a lo que apostamos y para eso trabajamos, para que cada vez tengamos más deportistas”, contó Parodi, y valoró la inserción en la vida del club de los nuevos socios que trajo “el verano del camping”. “Hubo un cambio de filosofía, de pensamiento. Me asombro en el día a día, me entero de las diferentes familias que se asocian y que se incorporan rápidamente a la vida del club, a la que estamos acostumbrados los que estuvimos toda la vida acá. Lo que más me reconforta es que la gente que está recibe al que viene como parte de una nueva familia, y eso hemos aprendido en estos últimos años, donde a veces es difícil porque hay que compartir muchos espacios y muchas situaciones, pero se lo recibe al socio nuevo tratando de hacerlo sentir de la mejor manera. Creo que eso es una gran virtud que ha tenido la gente de Belgrano”, opinó el dirigente, y cerró: “Quiero saludar a todos los belgranenses en este nuevo aniversario, y decirles que empezaremos con los festejos en el corto plazo. Estoy realmente muy contento por seguir siendo el presidente del club”.
El nacimiento
En 1926 visitaron la ciudad el atleta Francisco Doba -campeón sudamericano en 800 metros- acompañado por el señor Carlos Pérez Correa, ciudadano chileno referente e introductor de un nuevo deporte -el basketball- en la Asociación Cristiana de Jóvenes de Buenos Aires. En ese paso por San Nicolás, conocieron a un grupo de deportistas nicoleños que finalmente conformaron la Asociación Atlética de Jóvenes, encabezados por Atilio Parodi –entonces de 17 años–, Ricardo Pascual y Edmundo Hernández, en los cargos de presidente, vicepresidente y secretario, respectivamente.
En 1927, un grupo de personas preocupadas por el estado y la forma en que se practicaban los distintos deportes en la ciudad comenzaron a reunirse para analizar esa situación y tratar de encontrarle una solución. Esas personas fueron Fortunato Bonelli, Ángel Bossi, Adhemar Heriberto Bricchi, Ricardo Fulía, Antonio Gambadori, Augusto Gambadori, Norberto Gil, Daniel Lacomba, Ángel Magni, Eduardo Méndez, Beltrán Petrella, Juan Petrella, Alberto Sbaffo, Carlos Salviolo, Eduardo Solari, Rolando Sorrentino y Daniel Valosio, entre otros. A ellos luego se agregaron los miembros de la Asociación Atlética de Jóvenes, muchos de ellos menores de edad. Es así que, como consecuencia de las inquietudes en debate, resolvieron constituir una entidad deportiva que llevaría el nombre del Creador de Nuestra Enseña Patria, el abogado, economista y militar, don Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano.
