Los precios del petróleo bajaron este jueves debido a que la persistente inflación frenó el optimismo sobre una baja de tasas, pero la preocupación de que Irán pueda atacar intereses israelíes mantuvo el barril cerca de máximos de seis meses
Los futuros del crudo Brent perdieron 74 centavos, o un 0,8%, a 89,74 dólares el barril, mientras que los futuros del crudo estadounidense West Texas Intermediate perdieron 1,19 dólares, o un 1,4%, a 85,02 dólares el barril.
“Creemos que será difícil mantener el Brent por encima de los 90 dólares en el segundo semestre de 2004 sin que se produzca una interrupción real de la oferta asociada a acontecimientos geopolíticos”, dijo el estratega de energía global Vikas Dwivedi, de Macquarie.
“Como resultado, esperamos que el petróleo se vuelva bajista a medida que avance el año debido al crecimiento de la oferta no OPEP, una cantidad material de capacidad de reserva OPEP+ reingresando al mercado, y la posibilidad de que la continua inflación suavice la demanda”, agregó.
Las minutas de la Reserva Federal de Estados Unidos mostraron la preocupación de los funcionarios por la posibilidad de que los avances en materia de inflación se hayan estancado y sea necesario un periodo más largo de política monetaria restrictiva para controlar la inflación en la mayor economía del mundo.
Los inversores, que esperaban un recorte de las tasas en junio, ven ahora más probable que el ciclo de relajación comience en septiembre, tras una tercera lectura consecutiva de la inflación al consumidor más alta de lo previsto. Unas tasas más altas por más tiempo podrían frenar el crecimiento económico y reducir la demanda de petróleo.
En tanto, Oriente Medio está en alerta ante posibles represalias iraníes por un supuesto ataque aéreo israelí contra la embajada de Irán en Siria el 1 de abril.
A principios de esta semana, Israel y Hamás iniciaron una nueva ronda de negociaciones en su guerra de Gaza, que dura ya más de seis meses, pero esas conversaciones no han dado lugar a ningún acuerdo.
La OPEP pronosticó el jueves un fuerte consumo de combustible en los meses de verano y mantuvo su previsión de un crecimiento relativamente fuerte de la demanda petrolera mundial en 2024, al tiempo que dijo que existe la posibilidad de que la economía mundial evolucione mejor de lo esperado este año.