El boletín epidemiológico del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires consignó hasta el pasado 14 de mayo unos 65 casos sospechosos de FHA, de los cuales seis ya fueron confirmados y uno descartado. La Unidad Penal 3, asentada en San Nicolás, pasó recientemente un duro período tras la instalación de esta enfermedad en su sede. El Hospital San Felipe –que efectúa inoculaciones– también presta atención a pacientes afectados. Por otra parte, se conoce un deceso en lo que va del año: una mujer de 42 años.
Carolina Mitriani
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El Hospital San Felipe también reportó a EL NORTE la confirmación de más casos de fiebre hemorrágica argentina (FHA), incluso con el cuadro en un joven que requirió internación para un monitoreo más exhaustivo, dado que debió recibir transfusiones de sangre para su recuperación, que avanza con éxito. La FHA, también conocida como “mal de los rastrojos”, es una enfermedad infecciosa endémica transmitida por el contacto directo con roedores o inhalación de excremento de roedores infectados.
Esto motivó a que en su recorrida por controles ginecológicos añadan desde el San Felipe la vacunación contra la enfermedad endémica dentro de las actividades habituales, considerando que este viernes asistirán al barrio donde vive uno de los afectados por esta enfermedad, Golf, en la zona sur de la ciudad.
En el ámbito provincial también afecta el estado de alerta por el crecimiento de casos, dado que hasta el 14 de mayo –según el último boletín epidemiológico publicado por el Ministerio de Salud PBA– se consignaron en el transcurso del año 2022 unos 65 casos sospechosos de FHA (de los cuales seis ya fueron confirmados y uno descartado). Trazando una comparación con el mismo momento del año anterior, las cifras son marcadamente distantes: eran 14 cuadros sospechosos y solo uno confirmado.
El documento de la cartera de Salud explica que la mujer de 42 años que resultó víctima fatal de esta enfermedad “tenía como antecedente epidemiológico haber participado de un evento social en una zona rural del partido de Ramallo”. Su deceso se produjo a mediados de abril.
Aplicaciones
En el ámbito municipal está disponible la vía de contacto 4489100, a través de la que se deriva al área de vacunación, donde se asignará el día y la hora para la asistencia al Centro de Salud de Pellegrini 111.
También de manera gratuita, el Hospital San Felipe dispone de un servicio de vacunación contra esta enfermedad. Se realiza de lunes a viernes, de 7:30 a 17:30, en el ingreso por guardia de adultos en calle Olleros. Para solicitar turnos se puede llamar al 4451479, interno 210.
Prevención
La vacuna Candid #1 es actualmente la única en el mundo contra la enfermedad. Posee una eficacia del 95%, por lo que es precisa su aplicación en personas mayores de 15 años de edad que residen o desarrollan actividades en las localidades de las cuatro provincias donde se han presentado casos de FHA, dentro de las que está incluida Buenos Aires.
En cuanto a las condiciones para recibir la inoculación es necesario no haber recibido anteriormente una aplicación de tal dosis; no podrán vacunarse personas embarazadas o en período de lactancia; no presentar cuadros agudos o crónicos descompensados; no estar recibiendo corticoides sistémicos ni presentar cuadros de inmunosupresión; no haber recibido otras vacunas y/o gammaglobulinas en el mes previo ni recibirlas en el mes posterior a la administración de Candid #1.
Especialistas
Argentina cuenta con una producción pionera en materia de investigación y vacunas respecto a esta enfermedad. Desde el año 2018 –tras un período de desfinanciación, que llevó a discontinuar su producción– se retomó la elaboración de vacunas en el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas Dr. Julio Maiztegui.
De hecho, el nombre de este prestigioso laboratorio de la salud pública surge de quien se convirtió en un referente del estudio y combate de la FHA. En el año 1965, el Dr. Maiztegui consideró que era esencial trasladar el epicentro del estudio de esta problemática a la región donde preponderaba. Por tal motivo, se tomó a Pergamino como el punto central de su análisis, donde permaneció atendiendo el especialista hasta su fallecimiento, en el año 1993. En su recorrido no solo se abocó a la atención, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, sino que también brindó su energía a las campañas de prevención. Fue a través del tratamiento con plasma de paciente convaleciente que llegaron los primeros efectos favorables, mostrando una disminución del 30% de la mortalidad al 3%; ese camino condujo luego a la producción de la vacuna hoy disponible.
