La Selección dejó atrás la pesadilla del debut con un trabajoso triunfo 2 a 0 ante México. Después de un flojo primer tiempo, en el complemento el equipo fueas agresivo y consiguió la ventaja. Abrió el camino Messi con un golazo, y lo cerró Enzo Fernández con otro. El volante del Benfica llegó desde el banco y fue figura.
EZEQUIEL GUISONE
Enviado especial desde Qatar.
Se sufrió, claro que se sufrió. Argentina no hizo un buen primer tiempo y los fantasmas del partido ante los saudíes volvían a sobrevolar Lusail.
La Selección tuvo la posesión de la pelota en los primeros 45, pero prácticamente no pisó el área de Ochoa. México cedió el control del balón y presionó para forzar el error en la salida, tapando bien la primera línea de pase, dejando que la pelota la manejen mayormente los defensores argentinos.
A partir de algunas pérdidas en la salida, la selección sufrió un par de veces en los primeros 15, incluyendo un tiro libre que por poco no llegaron a conectar Montes ni Herrera.
En el medio el que más contacto con el balón tuvo fue De Paul, que tuvo más buenas que malas, como todo el equipo. Mac Allister entró poco en juego y Messi quedó aislado en medio del mediocampo poblado que dispuso el Tata Martino. El Diez no logró desequilibrar en el uno contra uno, rubro en el que otra vez fue Di María el único que pudo sacarse de encima a un rival.
Pasados los 30 la selección se animó un poco más al soltar a Montiel y pisó el área por primera vez, aunque sin riesgo cierto contra Ochoa.
Por el contrario, México tuvo una clara a los 42 con un tiro libre de Vega que exigió una gran respuesta de Dibu Martinez. Argentina no tuvo rebeldía y volvió q caer mansamente en la telaraña que armó su rival de turno en el mediocampo.
Otra historia
En el complemento, Argentina llevó a México contra su área por primera vez en la noche. Una buena intervención de Mac Allister derivó en una falta contra Messi, que el propio Diez ejecutó desviado antes de los 5 minutos. Pasados los 10, Scaloni mandó a la cancha a Enzo Fernandez en lugar de Guido Rodríguez, y esa tendencia agresiva del equipo se acentuó. Con el volante del Benfica la Selección ganó en intensidad y se metió de lleno en campo mexicano. El equipo de Martino se defendía demasiado atrás, y la apertura del marcador no tardó en llegar: sobre los 19, Messi recibió de frente al arco y sacó un zurdazo bajo desde fuera del área que se coló en el palo izquierdo de Ochoa. Un golazo de otro partido. Lionel había tenido un primer tiempo flojo, impreciso y con poco contacto con la pelota.
El ingreso de Julián Álvarez por Lautaro Martinez (de pobre partido) sumó también agresividad a la hora de presionar arriba, y Argentina por fin pudo sentirse cómodo y dominar a su rival. Los mexicanos pisaron el área un par de veces de pelota parada, bien resueltas por Dibu Martinez. Los últimos 25 minutos Argentina los defendió con cinco hombres, tras el ingreso de Cuti Romero por Di María.
El desahogo
Cuando el partido se moría, una excursión ofensiva de Enzo Fernandez (de esas que nos tiene acostumbrados) terminó en un verdadero golazo, cuando el volante pisó el área y clavó un derechazo al segundo palo.
La historia estaba sentenciada. La pesadilla del debut quedaba atrás y ahora sólo se piensa en Polonia el miércoles, con el objetivo de conseguir un nuevo triunfo que le asegure a la Selección el primer puesto del grupo.
