El número se desprende del Primer Informe de Datos del SICVG, donde se analiza la asistencia que el Estado nacional brindó -desde 2020 a mayo de 2023- a esa población con el eje puesto en la interseccionalidad. Esta semana, la agenda del mundo tiene una efeméride que pretende visibilizar a las mujeres afrodescendientes y promover políticas públicas para mejorar su calidad de vida.
De la Redacción de EL NORTE
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El Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD), presentó el Informe de Datos del Sistema Integrado de Casos de Violencia por Motivos de Género (SICVG) sobre personas afrodescendientes en situación de violencia por motivos de género asistidas en todo el territorio nacional. El SICVG es el primer sistema de información de personas asistidas por violencia por motivos de género que permite la producción de estadísticas a partir de las dimensiones de interseccionalidad.
En el informe estadístico global se dio a conocer esa información de manera general para el universo de casos registrados, y este es el primer informe con el recorte de las personas afrodescendientes asistidas, como respuesta a una demanda de la organización “Comisión 8 de noviembre”, referente en la temática.
El estudio fue elaborado por la Dirección Nacional de Planificación, Seguimiento y Gestión de la Información (DNPSG); la Dirección Técnica de Registros y Bases de Datos (DTRByD); y la Coordinación de Abordaje de la Violencia por Razones de Género contra Personas Migrantes, todas pertenecientes al MMGyD.
CONCLUSIONES DEL INFORME
El estudio concluyó:
Desde la creación del SICVG en 2020 al 31 de mayo de 2023, se registraron 1945 personas afrodescendientes.
La mayor cantidad de personas afrodescendientes reside en Salta (28,5 %), seguido por la provincia de Buenos Aires (19,8 %).
Respecto de la identidad de género: el 95,4% son mujeres; 2,3% son varones; 0,9% son mujeres trans; el 0,6% son varones trans; el 0,3% son no binarias; el 0,2% son travestis; el 0,5% son de otras identidades.
El 97,8% declaró haber atravesado violencia doméstica; el 1,1% experimentó violencia laboral; el 0,7% advirtió violencia institucional; el 0,6% notó otras modalidades.
Máximo nivel educativo alcanzado: el 34,8% tiene hasta el secundario incompleto; seguido por el 29,7% de las personas afrodescendientes que tiene el secundario completo.
El 45,4% de las personas asistidas tiene entre 19 a 29 años y el 40,5% tiene 30 a 44.
El 4,4% declaró estar transitando un embarazo o haberlo transitado recientemente.
Persona agresora: el 95,7% son varones; el 33% tiene antecedentes de violación de medidas de restricción; el 24,3% tiene acceso a armas de fuego.
ESTEREOTIPOS Y REPRESENTACIÓN
Por otra parte, ONU Mujeres – América Latina y El Caribe, marcó que ´mujeres jóvenes de diferentes comunidades coinciden en que, por un lado, los estereotipos creados en torno a lo “afro” y por otro, la invisibilización y falta de representación, son las problemáticas más frecuentes que encuentran para la participación política y comunitaria. Estas problemáticas están más ligadas a cuestiones estructurales como el racismo y el patriarcado que a condiciones demográficas´.
“A solo un año de que concluya el Decenio Internacional para los Afrodescendientes (2015-2024), aún quedan muchos pendientes para cumplir con su objetivo de reforzar las acciones y medidas que garantizan el pleno ejercicio de los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de las personas afrodescendientes, así como su participación plena y equitativa en la sociedad”, sostiene el organismo en esta semana que pretende visibilizar a las mujeres afrodescendientes y promover políticas públicas para mejorar su calidad de vida.
Mujeres jóvenes afrodescendientes de diferentes comunidades coinciden en que los estereotipos creados en torno a lo “afro” y en la invisibilización y falta de representación, son las problemáticas más frecuentes que encuentran para la participación política y comunitaria. Estas problemáticas están más ligadas a cuestiones estructurales como el racismo y el patriarcado que a condiciones demográficas dado que la población afrodescendiente de América Latina y el Caribe es de 134 millones de personas, un 21 por ciento de la población total de la región.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señaló que las mujeres afrodescendientes permanecen invisibilizadas como sujetos de políticas diferenciadas, padecen de la pobreza en niveles que suelen ser más altos que el resto de la población, están subrepresentadas o ausentes en los procesos de toma de decisiones y ven más vulnerados su derecho y el de sus comunidades de vivir una vida libre de violencia.
“Datos de algunos países de la región muestran que, aunque hayan alcanzado el mismo nivel educativo que sus pares, las mujeres afrodescendientes perciben ingresos menores que los hombres afrodescendientes y las mujeres y hombres no afrodescendientes, evidenciando una brecha en los ingresos laborales fruto de la intersección entre las discriminaciones étnico-racial y de género”, manifestó.
A su vez, Cepal reconoció la existencia de una amplia cantidad de mujeres jóvenes desvinculadas de los principales ejes de la inclusión social: el sistema educativo y el mercado laboral. Tal como sugiere el escrito, eso ocurre en gran parte por las responsabilidades familiares y de cuidado que se les asignan. La Unesco insiste en la necesidad de acabar contra la violencia racial y la exclusión hacia la mujer afrodescendiente, combatir la intolerancia y los estereotipos.
EFEMÉRIDE
El 25 de julio de 1992 mujeres afrodescendientes de 32 países de América Latina y el Caribe se reunieron en República Dominicana para visibilizar sus luchas y resistencias definiendo estrategias que les permitieran enfrentar distintas formas de opresión como el racismo, el sexismo, la exclusión, la violencia y la pobreza desde una perspectiva de género. Desde entonces se instituyó esta fecha como ´Día Internacional de la Mujer Afrolatinoamericana, Afrocaribeña y de la Diáspora´.
Según las estimaciones de la CEPAL en 2020, se trata de más de 108 millones de personas en Brasil, que representa el 50,9 por ciento de la población; un 95,5 por ciento de la población haitiana (más de 10 millones de personas); y entre un 7 por ciento y un 10 por ciento de la población de otros cinco países (Colombia, Costa Rica, Ecuador, Panamá y República Dominicana). En México, 2.5 millones de personas se reconocen como afromexicanas y representan 2 por ciento de la población total del país.