Madre e hija atravesaron hace unos años tratamientos oncológicos al mismo tiempo. El recuerdo de Sol Rodríguez sigue presente a través de la iniciativa de su mamá Betiana Schmunck, que todos los miércoles desde 2018 lleva alegría a los niños y niñas internados en el Hospital. Junto a un entusiasta equipo y sin fines de lucro, para este Día del Niño, además, impulsa una campaña de recolección de juguetes para regalar.
Rocío Vega
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“Desde octubre de 2018 comenzamos a ir todos los miércoles al Hospital San Felipe a llevarles juguetes a los chicos. Mi nena falleció en ese año –un 18 agosto– justo un Día del Niño. Por eso para nosotros es importantísimo cada Día del Niño. Tomamos esta iniciativa después de ver tantas cosas en el Garrahan, de ver tanto sufrimiento y ver a mi hija muchas veces malhumorada, triste, angustiada, dolorida. Y ver que había gente que iba y le sacaba una sonrisa, hacía juegos, le llevaba regalos”, contó a EL NORTE Betiana Schmunck sobre su dolorosa historia que transformó en amor y empatía.
En el marco de la iniciativa ‘Juntos por Betiana y Sol’ que tiene varios años, ahora prepara una campaña de recolección de juguetes nuevos o en muy buenas condiciones para donar ante la proximidad del Día del Niño. “No tiene que ser algo de mucho dinero, sino que para los chicos sea muy significativo. Los chicos no saben el valor de la plata, pero les encanta recibir cosas, por más mínimo que sea para ellos es muy importante, tienen esa inocencia. No pretendemos que los juguetes que nos hacen llegar sean nuevos, pero sí que estén en muy buenas condiciones para regalar, dignos de ser donados, no cosas rotas o con faltante de partes. Dar lo que te gustaría recibir”, aclaró.
Acompañar desde la empatía
“Me pude capacitar, estudié todo lo referente a payaso de hospital, cómo se trata, más el aprendizaje de la vida. Empezamos a ir y aprendí a sacarle una sonrisa al niño internado y a su familia. Lo importante que es esto para su salud anímica. Hay casos en los que están internados por mucho tiempo, por lo que estas visitas son muy importantes. El Hospital San Felipe nos abrió sus puertas, nos recibió muy bien, acepta nuestras visitas, estamos en contacto cuando impulsamos algo, la directora –y todos los directivos– es muy generosa, nos escucha y nos permite distintas actividades”, expresó.
Las visitas del equipo de Betiana incluyen música, bailes, disfraces y personajes. “San Nicolás no sé si está muy acostumbrada a esto. Los enfermeros y las enfermeras, médicos y médicas de turno, nos reciben de forma excelente. En un momento hemos tenido stock de juguetes, pero con la pandemia, no sabíamos cuándo íbamos a volver, y los donamos a instituciones para que los días del Niño o Navidad, los chicos tengan su juguete. Como en la pandemia no podíamos volver, subíamos videos a nuestra página, disfrazados, enseñábamos, por ejemplo, cómo se lavaban las manos. También si nos enteramos de algunos casos de niños o niñas con ciertas patologías o situaciones, particularmente los acompañamos en el proceso, les hacemos llegar regalos, vamos disfrazados, le preparamos un día de personajes”, detalló.
‘Todo a pulmón’
Betiana explicó: “Los juguetes que recibamos no solo irán destinados para el Día del Niño, sino para que nos acompañen en otras visitas al Hospital. La idea es que ellos se queden con algo. Sol tenía 14 años cuando fueron de McDonald´s, le llevaron una pelotita que puede resultar insignificante, pero para ella fue muy importante. Si entre todos ponemos un poquito, se pueden hacer muchas cosas. Un día puede haber más de 15 niños internados de diferentes edades. No recibimos dinero por hacer este trabajo, lo hacemos de corazón, por la causa que compartimos con la gente. Entendemos la tristeza y somos empáticos”.
Los interesados en donar juguetes pueden hacerlo en Don Bosco 450 local 2, contactarse mediante Facebook ‘Juntos con Betiana y Sol’ o al número 336 4540127. Se reciben: peluches, autitos, muñecas, lápices y libros para pintar, cuadernos, juegos didácticos, bolsas de polietileno tamaño camiseta para colocar algunos juguetes, globos, sonajeros, almohaditas medialunas. “No golosinas porque no podemos ingresar alimentos al hospital. Después de la pandemia han disminuido las donaciones, y muchas veces sale de nuestros bolsillos, pero se nos complica. El uniforme que usamos, un jardinero con un sol, lo hicimos vendiendo 200 prepizzas, todo a pulmón. El equipo con el que hacemos todo está compuesto por Bahía, Yazmín, Katy, Tomi, mi hija Cele, mi esposo Hugo y yo”, notó.